El indicador más llamativo y patente del cambio climático en el Parque Natural del Alto Tajo se percibe especialmente en que nieva menos y en lo que dura la nieve, hechos que se han visto reducidos drásticamente y que se han traducido en una presencia más irregular de aves invernantes, sobre todo torcaces, en la afectación de la flora, pero también en una mayor demanda de zonas de baño o refugios climáticos.
Según ha señalado a Europa Press el director conservador del Parque Natural del Alto Tajo, Ángel Vela, si bien con la excepción del año de Filomena se ha percibido una disminución patente de la innivación, que en el caso de este espacio ha conllevado que algunos años, manantiales, arroyos y fuentes hayan llegado secos al verano.
Sin embargo, tanto en 2023 como en el año actual, las lluvias de primavera han corregido notablemente el caudal y "en el río hay una situación no se veía hacía años".
No obstante, Vela ha aprovechado para pedir a turistas y visitantes tanto de la zona como de fuera que acuden a los espacios de baño del parque durante los meses de julio y agosto, que reserven sitio para su vehículo con el fin de impedir que no puedan acceder, una medida que lleva en marcha dos años y que se ha hecho para evitar aglomeraciones.
Por segundo año consecutivo, debido a la alta afluencia de población especialmente por el atractivo de sus zonas de baño, con colaboración con los ayuntamientos afectados, se han habilitado aparcamientos durante los meses de julio y agosto.
Así, desde el Parque Natural se encargan de la vigilancia de las pistas y las áreas recreativas y del mantenimiento de estas infraestructuras y se ha cedido la gestión a los ayuntamientos, que son los que contratan a un vigilante. "Un sistema que se intenta que sea sostenible y que está funcionando bastante bien", afirma Vela.
Actualmente, todo aquel que quiera visitar el parque durante estos dos meses, debe saber que tiene que reservar su plaza de aparcamiento en la web www.canondeltajo.es . El coste es de 3 euros por vehículo en días laborales y 7 en fines de semana.
Solo el pasado año se registraron más de 6.600 reservas a lo largo de estos dos meses. Con los ingresos que generaran se paga a los vigilantes contratados por los ayuntamientos durante este tiempo.
"Este dinero no es para que se lucre nadie sino para financiar un sistema organizado del aparcamiento en el que se han involucrado algunos ayuntamientos, conscientes de que sus vecinos querían volver a disfrutar del río ya que llevaban unos años sin poder hacerlo", subraya Vela.
En todo caso, se trata de medidas que también favorecen la conservación de este tipo de espacios, muchas veces masificados como es el caso del cañón del Tajo, y se suman ahora zonas como Ocentejo y Valtablado del Río.
De esta forma, no solo se ha conseguido un mayor control de las visitas al parque sino que ha conllevado que el público que viene sea mucho más respetuoso, afirma su director, quien insiste en que, si bien no suele haber problemas, aconseja realizar una reserva de plaza al menos con un día de antelación que al tratarse de una zona con mala cobertura es posible que se pueden tener problemas una vez que se esté allí.
También advierte a los visitantes que este parque es un área protegida en hay que respetar la orilla del río y la vegetación natural, no se pueden usar altavoces ni poner la música alta o hacer botellón; unas normas de comportamiento o convivencia "que deben ser respetadas" y que cree que cada día se van asumiendo y entendiendo mejor.
Por último, el director conservador reúne los valores para ser parque nacional. Sin embargo, al buscarse un consenso mayoritario para iniciar ese proceso, la Junta de Comunidades decidió dejar el proyecto en pausa por el momento debido a las discrepancias que había, lo que no quiere decir que en un futuro se pueda retomar.
El director del parque remarca igualmente que, en todo caso, el parque nacional ocuparía solo una parte del parque natural, si bien tendría una normativa de conservación y de usos "más restrictivas", sumándose al presupuesto que ahora se destina a estos espacios desde el Gobierno regional el del Estado. "Esto generaría no solo más puestos de trabajo sino que la experiencia en otros parques nacionales es que se crea también más actividad económica en el territorio".
El Parque Natural del Alto Tajo afronta actualmente numerosos retos. Entre ellos, se lleva trabajando ya tiempo en distintas líneas como es la de conservación y realizando el seguimiento de las especies amenazadas así como en un proyecto de reintroducción del buitre negro.