Antonio Herraiz

DESDE EL ALTO TAJO

Antonio Herraiz


Habrá fraude en Venezuela

26/07/2024

Hacía tiempo que no charlaba con María Corina Machado. Sigue igual de combativa que siempre y con una ilusión arrolladora que -admito- no me termina de contagiar tras veinte minutos de conversación. El domingo hay elecciones presidenciales en Venezuela y la oposición al régimen de Maduro está haciendo esfuerzos ímprobos para difundir por todo el mundo que tienen serias opciones de derrotar al tirano. Es un mensaje que no me suena a nuevo, una especie de Déjà vu que ya hemos escuchado antes. ¿Qué les lleva a afirmar con tanta categoría que está vez sí es la definitiva? Le pregunto a Machado y su respuesta va mucho más allá de lo que -asegura- vaticinan las encuestas, con una diferencia de 30 puntos a favor del candidato opositor Edmundo González Urrutia: «Hay una energía inédita en el país a favor de la voluntad de cambio. Es una lucha existencial y espiritual para los venezolanos. Para muchos, es la última oportunidad para unificar a la familia y que no se nos vaya el último hijo del país. Hay un anhelo de unión de la familia y de vida en dignidad muy poderoso». 
María Corina Machado no es la candidata de Plataforma Unitaria, la coalición formada por un conglomerado de partidos de un amplio espectro ideológico unidos por sus anhelos de derrotar al chavismo y por su amor a Venezuela. Ganó las elecciones primarias de esta plataforma con más del 90% de los votos, pero Maduro la vio como una amenaza real y la inhabilitó políticamente, recurriendo a la justicia para que ejecutara el veto.  Si el régimen pensaba que con esta maniobra tan burda se habían quitado de en medio a su principal enemigo se equivocaron. Cedió el protagonismo a Edmundo González Urrutia, un profesor, diplomático e internacionalista jubilado apenas conocido en el conjunto del país y con un escaso carisma, muy alejado del potencial desbordante de Machado. Por eso aceptó el chavismo este candidato, al que siempre han visto como una pieza muy fácil de cobrar. 
A Machado le han machacado durante toda la campaña. En uno de sus últimos mítines, se llevaron preso al equipo de sonido que iba a colocar la megafonía del acto. Hicieron lo propio con los del escenario. «Esta gente lo ha intentado todo. Yo, al viajar, no puedo alquilar una habitación de hotel. No puedo parar a cenar en un restaurante porque se lo cierran. Hice un acto sin sonido, sin tarima, porque se llevaron presos a los dueños de las empresas que contratamos». Son capaces de lo peor y lo podremos confirmar el domingo, durante las votaciones y también una vez que comience el recuento. Ya me dirán lo que les cuesta que, en esta ocasión, Maduro y los suyos vayan a tener que sofisticar su habitual ingeniería electoral para ganar a la oposición. Comprarán los votos que hagan falta, pondrán todo tipo de trabas a los que saben que no son afines al régimen para que no puedan acudir a votar y propagarán el mensaje habitual de todas las dictaduras que, cuando ven que se tambalea su poder omnímodo, amenazan con un baño de sangre».  
    Termino de hablar con María Corina Machado y me pasan un vídeo de Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos, bailando en el escenario durante un mitin de Nicolás Maduro. «La democracia se defiende con todo. Y mientras la estamos perdiendo en Europa, en Venezuela avanzan», escribe Monedero. Estos son los que han gobernado en España -lo siguen haciendo- y cuyo modelo es el de un país del que han tenido que escapar cerca de 8 millones de personas, huyendo del hambre, la inseguridad y las persecuciones políticas del sátrapa. La revolución bolivariana es su modelo y los tenemos en el Gobierno. Pero el peligro sólo es la ultraderecha.