El dúo gaditano formado por Andy y Lucas afronta la despedida de los escenarios con una gira que es toda una declaración de intenciones. Bajo el título de Nuestros últimos acordes, conmemoran dos décadas repletas de éxitos y emociones. Hace años que Andy y Lucas no actúan en la capital aunque sí que pasaron por la provincia. Tienen muchos recuerdos y amigos en Cuenca, donde ambos se sacaron el carné de conducir, por lo que esta cita es especial para ellos.

Antes del concierto, Andy atiende por teléfono a La Tribuna en una conversación plagada de nostalgia de un dúo que ha marcado una época y que anunció su despedida por motivos de salud, en el caso de Lucas. El legado son dos millones de discos vendidos, un doble disco de diamante, veinte discos de platino, cuarenta discos de oro y más de 800 conciertos con 10 millones de asistentes. 

Sus fans podrán revivir sus canciones en un concierto en el que Andy espera «que todos lo pasemos bien». La cita es el domingo en el estadio de La Fuensanta (22,00 horas), donde Andy y Lucas compartirán escenario con Camela. 

¿Qué supone este reencuentro con el público de la capital en esta gira en la que os despedís como dúo?

Después de tantos años sin ir por Cuenca capital nos trae muchos recuerdos. Tenemos en Cuenca conocidos y amigos. Va a servir para recordar viejos tiempos y lo vamos a disfrutar como lo estamos haciendo en los conciertos de la gira. Sobre todo, espero que la gente se divierta con nosotros, que es lo importante.

¿Qué esperáis del público conquense en esta cita?

Pues lo mismo que en el resto de España. El show es bastante divertido. Así que esperamos que se divierta, que se entreguen y que lo pasemos bien todos.

Imagino que Son de amores, Puede ser o Tanto la quería no van a faltar...

Por supuesto. Si no las cantamos nos matan... [risas]. 

¿Por qué los fans y el público os quieren tanto?

Imagino que primero es por la música y, luego, por la forma de ser que tenemos. Por un lado, siempre hemos sido muy divertidos, y por otra parte, por ser algo polémicos, porque no nos gusta quedarnos a medias tintas. Creo que mucha gente se identifica con nosotros.

A vuestros conciertos acuden ya distintas generaciones. ¿Cómo lo lleváis?

Bien. Lo que pasa es que después de tantos años, la madre o el padre que, digamos, que se crió con nosotros o que nos escuchó en nuestros inicios, han ido contagiando a sus hijos. Este año con el tema del baile se ha ido de la mano. Me refiero a una influencer que ha hecho un baile de Son de Amores y que se ha hecho viral a nivel mundial. Yo no soy muy de Tik Tok, pero alguna vez que me he metido para ver. Es algo increíble.

¿Cómo han afectado los rumores a una pareja profesional tan estable, en especial los últimos, tras anunciar la separación?

Para que te hagas una idea, mi niño llama primo al hijo de Lucas, y a Lucas le dice tito. Así que imagínate lo que nos afecta cuando dicen en la tele que nos vamos a separar. Hace años, los rumores sí que nos hacían daño, pero a día de hoy es al contrario, nos los tomamos como algo normal y que no nos afecta. Nos afecta más que alguien a nuestro alrededor nos haga daño o que no se preocupe por nuestras cosas. Es un típico tópico escuchar que 'Andy y Lucas se separan, es que no se llevan bien'. Eso lo hemos superado.

¿Cómo afrontáis esta gira de despedida de vuestro público?

La gira la estamos disfrutando mucho y parece como si fuera la primera vez. Por un lado, te paras a pensar y te da un poco de vértigo porque eso de decir 'no sé si voy a volver a subir a un escenario' no es fácil. En este caso es por un tema de salud de Lucas y hay que ser responsable. Cuando llegue el momento tiene que descansar y recuperarse.

¿Ya no hay marcha atrás en vuestra separación?

No te puedo decir porque la información que tengo es lo que Lucas me cuenta. Ahí el que manda es el cardiólogo y en el momento en el que le diga que tiene que parar, pues hasta aquí.

¿Aún os queda gira por delante, pero qué futuro se plantea Andy?

La gira se ha alargado hasta el verano que viene. Cuando vaya llegando el momento, ya veré. Tengo un par de proyectos y tendré que hacer la vida de otra manera.

Ahora más que nunca y con una gira que se denomina Nuestros últimos acordes es cuando más recordáis vuestros principios, ¿no?

Sí. Todo esto te lleva al principio. Estamos despidiéndonos con los últimos acordes y nos estamos acordando de los primeros. Son cosas de la vida.

¿En qué habéis cambiado más tras dos décadas como dúo?

No somos los mismos que en 2003, pero creo que hemos cambiado para bien. Te iba a decir la forma de vestir, pero parece que tampoco hemos cambiado mucho... [risas]. Hemos cambiado como todas las personas. Pasan los años y vas madurando, te vas comportando de manera diferente. Antes nos poníamos nerviosos a la hora de cantar o por temas del público, por ejemplo, y ahora los nervios que nos entran antes de los conciertos son más por pura responsabilidad. No es igual que antes, cuando éramos dos niños que subíamos a cantar, luego al hotel y ahí se había acabado. Ahora, desde que llegamos y hasta que nos vamos nos preocupamos por todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

Tampoco la industria musical es muy parecida ahora en comparación con la de 2003. ¿Qué es lo que más te llama la atención de este cambio de la industria?

Lo que menos me gusta es el estilo musical que estamos viviendo y lo que más me sorprende es que la juventud se ciña más a un baile que a la propia letra. En cuanto a la industria creo que ha cambiado para bien hacia los artistas. Ahora, con las redes sociales tenemos toda la comunicación directa con los fans porque antes era un poco más a través de las compañías de discos. Creo que ha cambiado para bien para el artista. Para las compañías, si no se venden discos, creo que no.

¿Si nacieras otra vez volvería a existir Andy y Lucas?

No lo sé. No te lo podría decir.

¿Pero te gustaría?

Claro. A ver, nuestro sueño era grabar un disco y a partir de ahí todo lo que hemos vivido nosotros no sabíamos lo que exigía. Veíamos lo de grabar un disco, hacer conciertos y viajar. Todo lo demás que hemos vivido, tanto para bien como para mal, es ley de vida. Tiene que ocurrir y lo hemos ido llevando palante lo mejor que hemos sabido. Hablando por mí, llevo desde pequeño lo de cantar.

¿Alguna vez has querido que se invierta el nombre, en lugar de Andy y Lucas, que fuera Lucas y Andy?

Nunca me ha importado. Me da igual. Además, estoy acostumbrado a escucharlo como todo el mundo nos conoce,Andy y Lucas. Eso fue porque nuestro mánager lo eligió así, por orden alfabético. Ahora mismo si lo escucho al contrario me chocaría.

¿Qué crees que habéis aportado a la música?

Dejamos un legado musical y un estilo propio. También nos hemos comprometido en muchas canciones con asuntos como el maltrato, con la desaparición de Marta del Castillo... Como decía antes, con nuestra forma de ser, el compromiso y hasta con las polémicas en las que nos hemos metido, también se identifica mucha gente. El día de mañana, si nos recuerdan, dirán que hubo dos personajes que se metían en cualquier charco.