Habría que remontarse décadas atrás para rescatar los recuerdos de semanas santas tan poco afortunadas como ésta. La lluvia y el frío han sido los protagonistas de estos días de Pasión. Sin embargo, los taranconeros hicieron acopio de su fe y devoción, celebrando encuentros «verdaderamente solemnes».

Víctor Domínguez, presidente de la Junta Mayor de Hermandades, se sincera al asegurar que «en cuanto a desfiles procesionales el balance no ha sido nada positivo». Es más, este taranconero afirma que «no recuerdo una Semana Santa en la que hayan salido tan pocas procesiones». Este año las nubes negras han conquistado el cielo de media España protagonizando jornadas de frío, lluvia y viento que no han permitido a las imágenes religiosas pisar la calle en procesión.

La prudencia ha sido la respuesta de las hermandades, pues según explica Domínguez, «las salidas han sido imposibles, para preservar los ornamentos y las imágenes lo más acertado era suspender las procesiones». Las hermandades lo tenían claro: «Las condiciones adversas habrían estropeado los elementos que tanto trabajo llevan». Esta decisión determinante pareció la más correcta, ya que según recuerda este cofrade, «cada vez son más las imágenes de talla y son trabajos que merece la pena ser cuidados». 

Los actos programados tuvieron que verse adaptados a las condiciones meteorológicas - Foto: J.M.H

Pero no todo iba a ser negativo. «El balance en cuanto a la respuesta de la gente es más que sobresaliente», celebra el presidente. A pesar de no poder procesionar, los taranconeros se reunieron en cada convocatoria para completar los pasos «arrimando los hombros», aunque finalmente no pudieron hacer las salidas de la manera que estaba prevista. Sin embargo, «se produjeron momentos muy solemnes» como el Viernes Santo, cuando se celebró el entierro de Cristo, o el encuentro del Domingo de Resurrección, cuando los vecinos se dieron cita en la parroquia para celebrar su fe».

Asimismo, las actividades de Cuaresma «han sido un éxito», explica Domínguez, sobre todo «la escuela capuchina y la muestra Ignota». Según el máximo responsable de la Junta Mayor de Hermandades, «la primera edición de la escuela ha dejado muy buen sabor de boca y sin duda es una vía por la que seguiremos trabajando». En cuanto a la exposición, afirma que «estamos actualizando los números pero han sido muy positivos desde su apertura».