Aulas para conciliar

Manu Reina
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La Escuela de Verano acoge a cerca de medio millar de alumnos en los colegios Fuente del Oro, Santa Ana y San Fernando con una oferta lúdica de actividades, manualidades y excursiones

Aulas para conciliar

Regresan a las aulas del colegio y ocupan de nuevo pupitre. Podría parecer una pesadilla en estas fechas, peor no lo es. Los alumnos son conscientes de que cada clase no tiene nada que ver con aquello que han vivido en el curso académico. Apenas hay apuntes y cada mañana es una historia diferente, con los ingredientes perfectos de diversión y entretenimiento. Así es mucho más sencillo aprovechar las vacaciones estivales. 

La Escuela de Verano es un clásico. Los estudiantes de primaria e infantil acuden todas las mañanas de lunes a viernes a tres colegios de la capital, como son el CEIP San Fernando, el CEIP Santa Ana y el CEIP Fuente del Oro. Cada uno afronta poco más de media hora de repaso de contenido, pero a partir de ahí, el «entretenimiento es constante cada mañana porque contamos con todo tipo de actividades», apunta la monitora Raquel Valero, que es la encargada de gestionar el funcionamiento de la Escuela de Verano en el CEIP Fuente del Oro. Los alumnos adquieren conocimientos nuevos y lo hacen de una manera lúcida. En este caso, «les enseñamos a cómo hacer crecer una lenteja o a elaborar batidos de plátano, entre otras acciones». También se arman de valor para hacer todo tipo de manualidades, tirando de cartulinas y rotuladores, entre otros materiales escolares. Además, conocen de primera mano el trabajo de asociaciones locales. Pero no solo eso, porque tienen también tiempo para el recreo y tomar bocado, que nunca viene mal para recargar las pilas.

Esta misma semana, participa en acciones formativas la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (Alcer) de Cuenca y la próxima semana será el turno de la Asociación Cultural de Sordos de Cuenca. A medida que avance el verano, un colectivo tras otro acudirá a los centros. 

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El desarrollo de las clases no se centra solo en las aulas o en las pistas exteriores, sino que también «realizamos todo tipo de excursiones, como por ejemplo visitar el Museo de las Ciencias o al Museo Paleontológico», explica la coordinadora de la Escuela de Verano de Cuenca, que se desarrolla en los tres colegios mencionados anteriormente. También salen fuera de la capital ya que pronto pondrán rumbo al Parque de Fauna El Hosquillo o la Abadía de Jábaga para probar el chocolate que elaboran. 

La oferta lúdica encandila a los alumnos, que no dejan de disfrutar en todo momento. Alejandro Aguilar  reconoce que la Escuela de Verano le gusta, «mucho porque me divierto con todos mis compañeros». Este alumno incide en que «las mañanas se me pasan muy rápido y no me doy cuenta, porque no paro de divertirme».  

Esta actividad clásica de cada verano comenzó el pasado 24 de junio, justo con el fin del curso académico, y concluirá el 6 de septiembre, fecha previa del comienzo del siguiente curso. Tania Lafuente detalla que, ahora mismo, «tenemos 373 alumnos entre los tres colegios» y recuerda que «el periodo de inscripciones es vivo y puede apuntarse cualquiera cuando lo desee». Esta cifra de alumnos se incrementará seguro en agosto porque «recibiremos a muchos más con dos añitos de edad porque el mes que viene suelen cerrar por vacaciones muchas escuelas infantiles». 

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Conciliación. La Escuela de Verano es además «una herramienta más para fomentar la conciliación laboral y familiar», ya que los padres «pueden continuar con sus trabajos, mientras sus hijos pasan una mañana entretenida y divertida, aprendiendo muchas cosas y participando en todo tipo de actividades», tal y como apunta el concejal de Educación, Víctor Manuel Fernández. 

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En este sentido, Víctor Manuel apunta que las clases tienen un horario de 9 a 14 horas, pero «también hay un aula matinal a partir de las 7,45 horas y un servicio de comedor hasta las 15,15 horas, permitiendo así la conciliación». El balance, por tanto, es «muy positivo» y la previsión de aquí hasta el final del verano es que «se inscriban muchos alumnos más».