Los diabéticos conquenses llevan meses con problemas para encontrar uno de los medicamentos que más prescriben los médicos para reducir el riesgo de eventos cardiovasculares serios como ataque cardíaco o el ataque cerebral. Se trata del Ozempic, un fármaco indicado para personas con diabetes tipo 2, que escasea desde hace meses en la provincia, donde se dispensa una media que no llega ni a dos al mes por farmacia. El motivo es el aumento exponencial de la demanda por su efecto adelgazante porque aumenta la sensación de saciedad, mejora el metabolismo de los hidratos de carbono y elimina peso.
La presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cuenca, Luz Moya, reconoce que las boticas de la provincia llevan meses sufriendo este desabastecimiento. «No hay y el más usado, que es el de un miligramo, llega con cuentagotas», asegura. Moya incide en que es un medicamento que sólo se dispensa con receta médica y apunta que la causa es que el laboratorio que lo produce «tiene una demanda que supera su producción y que tiene más salida en otros países».
En este sentido, Ana Cantarero, consejera de Hefame –anteriormente Cofarcu– y farmacéutica en Fuente de Pedro Naharro, explica que Ozempic es un fármaco sin genérico que sólo lo produce el laboratorio danés Novo Nordisk, y que por su creciente uso también como fármaco adelgazante no puede atender a toda la demanda. La situación es tal que personas de otras provincias llaman a farmacias, entre ellas a la de Cantarero, para saber si disponen de Ozempic: «Mucha gente de Madrid, Alcorcón o Móstoles llama para ver si hemos recibido alguna unidad».
A pesar de que se ha extendido el uso del Ozempic para adelgazar, Carlos Molina, presidente del Colegio Oficial de Médicos, deja claro que es un antidiabético que requiere receta médica. «Está indicado dentro del Sistema Nacional de Salud para los obesos que son diabéticos». El precio del medicamento es de 4,25 de euros frente a los 128 euros que cuesta fuera del Sistema Nacional de Salud, siempre con receta.