El Teatro Auditorio vivió anoche un programa conformado íntegramente por músicas de compositores españoles en el que la SMR de Cuenca ha rendido homenaje a Fernando Zóbel, una de las figuras fundamentales de la cultura española del siglo XX.
Dirigido por el maestro José Luis Temes, el concierto brindaba la posibilidad de escuchar, además de dos partituras dedicadas a la memoria del homenajeado, "Zóbel" de Tomás Marco y "Fernando Zóbel in memoriam" de José Luis Turina, una obra de Esteban Sanz y la siempre esperada obra encargo que este año recaía en manos del compositor palentino, Santiago Lanchares. Marco, Turina y Lanchares estuvieron presentes en la sala y fueron agasajados al final.
Pocos directores conocen este repertorio como el maestro Temes cuyo excelente trabajo con el coro y la orquesta de RTVE que ha sido largamente aclamado por el numeroso público presente en el Teatro Auditorio.
José Luis Temes conoció a Zóbel personalmente y también el gusto del pintor por otras artes y la música en particular. Temes afirmó al inicio del concierto que "a Zóbel le hubiera encantado asistir a este concierto porque era un avanzado a su tiempo, vivía como un artista y esta música contemporánea le encantaba, habría sido el primero en la puerta".
José Luis Turina, también conoció al pintor y estuvo presente en el Teatro Auditorio, para asistir al concierto de su obra y también para introducir el proyecto audiovisual Proyecto Luz 3 de Temes en torno a su obra musical "Exequias, in memoriam Fernando Zóbel". El audiovisual, dirigido por Temes, es un montaje visual de casi treinta minutos lleno de bellas imágenes de Cuenca y metáforas visuales que ilustran partes de la obra Exequias que conforman la banda sonora. El público de la Sala de cámara aplaudió la proyección.
Este junio se cumplirán cuarenta años del emocionado funeral y el entierro de Zóbel en Cuenca. Estos actos que espontáneamente la ciudadanía tributó al artista en 1984 marcaron de sobremanera a Turina y, como ya tenía el encargo para la Semana de Música Religiosa de 1985, le inspiró para la cita de San Miguel meses después. Turina recuerda con emoción el silencio abrumador de Cuenca, el respeto que sus ciudadanos, el sentimiento colectivo de pérdida y cómo salieron a la calle.
Anoche fue la tercera vez que Exequias se ha interpretado en Cuenca y nunca en un formato sinfónico como éste. La emoción hizo que el público conquense despidiera tan sentido concierto entre largos aplausos.
Para hoy. Esta tarde-noche viviremos uno de los grandes conciertos de la LXI SMR. Viviremos una propuesta de coro de cámara Ad Libitum, una de las mejores agrupaciones corales de España, que interpretará el luminoso Requiem de Fauré cuando se cumplen cien años del fallecimiento del compositor y musicólogo francés. Una de las citas imprescindibles de esta SMR.