Los países más avanzados tienen puesto el foco en las fuentes energéticas más eficientes, sostenibles y económicas como la gran oportunidad que les garanticen a medio y largo plazo las máximas tasas de crecimiento y rentabilidad. Nadie pone en duda que el tejido productivo tiende a ubicarse allí donde la energía sea más barata y donde los costes productivos garantizan la mayor competitividad en un mercado cada vez más globalizado.
En este contexto, un informe de Cepsa y Manpower vaticina el liderazgo de España hasta el año 2040 en el desarrollo de fuentes verdes con la creación de 181.000 empleos y la generación de 15.600 millones de euros al PIB nacional.
Según este análisis, el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, puso en valor que la apuesta por las moléculas verdes representa una excelente oportunidad para toda Europa aunque, en el caso de España, consideró que «es mayor que en ningún otro lugar» por las posibilidades del país para impulsar las energías renovables, ya que cuenta con «sol, viento y terreno».
En el plano comunitario, las cifras son aún mayores y apuntan a un potencial de 1,7 millones de nuevas colocaciones laborales y de una expansión del PIB comunitario de 145.000 millones hasta 2040.
El estudio anticipa, además, que España liderará en las próximas dos décadas la producción de hidrógeno verde y el crecimiento del empleo relacionado con esta tecnología que cambiará el modelo productivo.
En concreto, el efecto tractor de la industria nacional vinculada a las moléculas verdes generará en el país más de 116.000 contrataciones en esta década y 181.000 hasta 2040, que se corresponden con el 11% de los empleos registrados en la UE y el Reino Unido, es decir, por delante de naciones como Gran Bretaña con 173.000, Alemania con 145.000 y Francia con 105.000.
En términos de crecimiento económico sobre el PIB, la previsión es de unos 15.600 millones de euros adicionales hasta 2040, lo que supondría un incremento del 1% respecto al indicador de 2022.
Además, los expertos subrayan el impacto del efecto tractor que supondrá la economía del hidrógeno para toda la cadena de valor productiva hasta 2040, generando mucho más empleo y valor económico al resto de sectores e industrias que conforman el conjunto del tejido productivo nacional.
De esta manera, el 88% de los nuevos contratos que surgirán en el desarrollo de estas fuentes sostenibles del hidrógeno verde y los biocombustibles se concretarán en las actividades económicas de servicios y comercio, así como en el segmento industrial, la construcción o la educación, mientras que el 12% restante estará en el segmento energético.
El gran desarrollo en innovación que va a representar esta nueva economía del siglo XXI, anticipa que uno de los requisitos para estos nuevos profesionales será que cuenten competencias vinculadas a la transición energética lo que exige a España tener que prepararse con planes de formación urgentes para dotar de las habilidades necesarias a los operarios que se van a encargar de poner en marcha una tecnología que requiere una cualificación contrastada en una materia que se encuentra en pleno desarrollo.
Nueva era
Una de las voces más autorizadas que firma este informe es el actual consejero delegado de Manpower Group, Jonas Prising, que afirmó que «estamos ante una nueva era que representa una enorme oportunidad, no solo para las empresas, sino para millones de profesionales». Sin embargo, apostilló que «solo se podrá aprovechar si preparamos a las personas para ello. El futuro del trabajo es verde y tenemos que actuar juntos para garantizar el futuro del planeta y sus habitantes», para reducir las tasas de contaminación, advirtió.
Por su parte, el consejero de Cepsa precisó que en la transición, las alianzas y la inclusividad «resultan fundamentales», por lo que añadió que la colaboración con Manpower Group representa «el siguiente paso esencial para impulsar la increíble oportunidad de creación de empleo que supone la transición energética»
«Nos permitirá canalizar conocimientos estratégicos basados en datos y transformarlos en programas específicos de upskilling, gestión y planificación de los perfiles necesarios e iniciativas de formación. Juntos podemos preparar a los profesionales con las habilidades que exigen los roles green emergentes y hacer accesible la oportunidad para que sea inclusiva y empodere a miles de profesionales», concluyó el directivo.