Se busca habitación

Leo Cortijo
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Estudiantes y trabajadores interinos de Sanidad, Educación y Justicia, entre otros, se afanan en encontrar un techo que, por línea general, oscila entre 250 y 350 euros al mes por estancia.

Se busca habitación

«Hola, he visto tu anuncio. Me interesa la habitación y me gustaría hacer una visita para verla. Soy de Alcázar de San Juan, un pueblo de Ciudad Real, voy el viernes a Cuenca para ver algunos pisos y me urge porque empiezo el curso. Por cierto, ¿la luz, el agua e internet están incluidos en el precio?». Éste es el mensaje que Isabel, una joven manchega, ha dejado en el perfil de un usuario de un conocido portal inmobiliario. Ofrece una habitación en la zona de Villa Román por 300 euros al mes y no, Isabel, los gastos no están incluidos, van aparte.

Esta es la realidad del mercado inmobiliario de la ciudad. Las agencias y los portales especializados cuentan con los dedos de una mano, prácticamente, la oferta de habitaciones en alquiler. Un mercado que ahora, recién comenzado septiembre, echa humo. Isabel tiene que barajar varias opciones, pero la horquilla de precios en la zona cercana al centro comercial El Mirador oscila entre los 250 y los 350 euros. Avenida de la Música Española, Ángeles Gasset o Francisco de Luna son algunas 'arterias' de la zona muy demandadas. En este mismo enclave, un piso con tres moradores busca un cuarto a razón de 395 euros/mes. Su dueño no permite parejas ni animales y exige contrato de trabajo o un aval, las tres últimas nóminas, un mes de fianza y una estancia mínima de seis meses.

Isabel, como la legión de estudiantes o trabajadores interinos de Educación, Sanidad o Justicia que ahora mismo se rebanan los sesos delante del ordenador para encontrar un techo, puede mirar otras zonas de Cuenca. Viaja hasta el centro, y allí, salvo alguna excepción contada, que baja hasta los 200 euros/mes, el ramillete de viviendas en oferta ronda, de nuevo, entre 250 y 300 euros. En esta zona hay más habitaciones disponibles, pero por línea general las viviendas son mucho más antiguas. 

Una oferta llama nuestra atención en la avenida República Argentina. El anuncio 'canta' 400 euros por mes, pero el dueño avisa de que se puede alquilar por días sueltos, con una tarifa de 50 euros por jornada. Avisa que los suministros están incluidos, «excepto el gas para cocinar». Entre los requisitos que pide al inquilino, hay uno que resulta llamativo: «No se admiten personas con enfermedades adictivas. No amig@s hacer fiestas a drogarse con drogas ilegales (sin impuestos) en vez de ir a su casa con su familia. Se llama a policía e identifican». Avisada estás, Isabel...

Esta manchega no está contenta y cambia el sentido de su brújula hasta el entorno del campus universitario, muy cerca de la que será su ocupación los próximos meses. Ahí la oferta cae drásticamente. De hecho, solo hay disponibles dos habitaciones con precios calcados, una por 325 euros/mes y otra por 330 en la calle Rodolfo Llopis. Ésta última oferta lo deja taxativamente claro: «Exclusivamente contrato de diez meses para estudiantes o profesores». 

Último cambio de zona: Reyes Católicos-Paseo de San Antonio. Aquí la cosa cambia y la oferta, además de numerosa, baja sensiblemente el precio. La mayoría de habitaciones rondan los 250 euros al mes. Las hay que bajan hasta los 200, como una en la calle Guardia Civil, y otras que se disparan hasta los 350, pero son las menos. La referencia puede ser una en la calle Mercedes Escribano, en un bloque residencial que presume de lo único que puede presumir: piscina comunitaria. 290 'machacantes' al mes tienen la culpa. Aunque igual esta oferta en concreto a Isabel, que espera encontrar un techo para el curso no le seduce del todo. ¿Quién quiere piscina en pleno invierno? Todo es cuestión de buscar y rebuscar.