Primer partido en casa del Conquense ante un abarrotado campo Cristina Martínez y primer punto de la temporada para los de Cuenca. Los de Rober Gutiérrez no pudieron refrendar las buenas sensaciones cosechadas en el partido inicial ante el Rayo Majadahonda con un triunfo. Lo tuvo en sus manos durante buena parte del choque, en el que jugó bien por momentos y derrochó actitud y coraje, pero una serie de cambios no del todo atinados en la recta final hizo que el equipo se echara atrás y acabara cediendo dos puntos muy valiosos y que prácticamente acariciaba con la yema de los dedos.

Tras unos primeros minutos de tanteo en los que el filial del Tenerife avisó de su potencial, los blanquinegros se rehicieron y empezaron a tomar contacto con el balón. Fruto de ello llegó la primera gran ocasión, al filo del cuarto de hora, a balón parado y en las botas de Titi después de que Jairo la peinara en el primer palo. La defensa despejó a córner y a éste le sucedieron otros tres, con opciones para la Balompédica. La igualdad era la tónica dominante y el juego se bregaba en una medular en la que ni unos ni otros conseguían hacerse con el control del esférico. Poco control y mucho balón dividido.

Un choque marcado hasta ese minuto 30 por la intensidad. Fruto de ésta, Kain se tuvo que retirar lesionado, y su lugar en el campo lo ocupó Joan Monterde, que fue salir y besar el santo. Apenas llevaba siete minutos en el terreno de juego cuando, tras un pase entre líneas magistral de Raúl Caballero, se plantó solo ante el portero y con clase definió a la perfección para poner el 1-0 en el marcador en el 37'.

El Conquense deja escapar dos puntos muy importantes - Foto: Alfonso Fernández

Tras el gol y antes del descanso llegaron los mejores minutos del Conquense, que movió bien el balón y bordó el juego entre líneas. Bien posicionado y con alguna que otra ocasión que puso en apuros al conjunto isleño. La mejor intentona llegó a balón parado con un disparo de Titi más allá del balcón del área que se marchó por poco.

Las huestes de Rober Gutiérrez salieron mejor que los tinerfeños tras el paso por los vestuarios, y dominaron la escena, disponiendo incluso de alguna ocasión, como casi todo el partido, con centros al área. Sin embargo, la ocasión más clara, en el 10' de la segunda, la tuvo el Tenerife tras un fallo de Raúl Bernabéu en la salida de balón, que dejó solo a Alassan, que estrelló su disparo en el palo.

Volvió el equilibro al césped y las disputas se sucedieron por hacerse con el control, que brilló por su ausencia. Los dos equipos navegaron en el centro del campo con pocas llegadas al área rival. Al filo del 65', Rober movió filas y dio entrada a Luis Castillo por Raúl 'Caba', que se fue ovacionado por la parroquia tras un notable partido. Cinco minutos después, el movimiento de banquillo fue triple... y sintomático. Entraron Héctor Rubio, Sergio Rodríguez y Marcos Recuenco por Sina, José Álvarez y Extebe.

Así afrontó el Conquense los últimos minutos de partido, con una clara actitud defensiva que terminó pasando factura. Salvo un disparo aislado de Sergio, los blanquinegros apenas volvieron a generar peligro. El equipo se hundió atrás más de la cuenta, sin que nadie lo evitara desde el banquillo. Es más, con los cambios ese fue el mensaje que pareció darse a los jugadores, que sufrieron los últimos minutos como auténticos perros para mantener un marcador que al final acabó cantando un empate al filo del 90'. Falta en la frontal del área que tocó en la barrera y desvió la trayectoria, imposible para Bernabéu, que hizo la estatua. Se añadieron siete minutos de descuento que no valieron para nada. Jarro de agua fría.