La crisis del sector por la competencia desleal de terceros países, los bajos precios que no cubren en muchos casos los costes de producción y las políticas agrarias de la Unión Europea han llevado a los agricultores y ganaderos a su particular 15M. A pesar de que las tres principales organizaciones agrarias, Asaja, COAG y UPA han elaborado un calendario de movilizaciones tras la reunión que mantuvieron la semana pasada con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, el hartazgo de los agricultores y ganaderos les ha llevado a movilizarse, siguiendo la estela de lo que ocurre en Francia. Para eso, ajenos a las organizaciones agrarias, se han organizado en grupos de Whatsapp y redes sociales para llevar a cabo tractoradas, como la del martes en Cuenca, con el objetivo también de cortar el tráfico en ciudades como Madrid y Barcelona.
Las exigencias y reivindicaciones pasan, entre otras cosas, por relajar las políticas agroambientales de la nueva PAC, que reducen drásticamente las producciones, no reducir la rebaja de impuestos sobre el gasóleo agrícola, la rebaja de la carga burocrática; la rebaja u omisión de la Ley de Bienestar Animal, el control y bloqueo de productos de terceros países sin control fitosanitario, el rechazo a la carga de nuevos impuestos o el compromiso de una política de gestión del agua consecuente a las necesidades de cada territorio.