Los agricultores y ganaderos mantienen el pulso y seguirán pisando el acelerador para que sus reivindicaciones sean atendidas. Tras la tractorada del pasado martes en la capital y en otros puntos de la provincia como Landete, las Pedroñeras, San Clemente y Tarancón, con la movilización de más de 1.400 tractores, la recién creada Asociación en Defensa del Campo de Cuenca (Adeccu) asegura que continuarán las movilizaciones. «Las protesta van a seguir hasta que nos den respuesta a lo que hemos solicitado y nos reciba el consejero de Agricultura», manifiesta César García, miembro de la asociación.
Con independencia de las protestas formales que organice la asociación, los agricultores y ganaderos de la provincia siguen planeando acciones de protesta que van a afectar a distintas zonas y comarcas de la provincia. En concreto, según ha podido saber La Tribuna, las protestas para las que se organizan de forma espontánea a través de Whatsapp y redes sociales, afectarán a carreteras como la A-3 en Minglanilla, Motilla del Palancar o Atalaya del Cañavate.
Precisamente, el pasado martes, la Guardia Civil, interpuso una docena de denuncias en la provincia, algunas por alterar el orden del tráfico y otras por alteración de la seguridad ciudadana.
«Cansancio». El calendario de movilizaciones que arrancó el martes responde al «cansancio» por la crisis que vive el campo. Es la palabra utiliza para explicar el estallido Ángel Chacón, agricultor de Cañaveras que cultiva cereal y girasol, y que estuvo en la tractorada en la capital. Burocracia, competencia desleal, exigencias desde Bruselas, control de fitosanitarios o los elevados costes le llevan a apoyar una protesta «que tiene pinta que va a seguir». Uno de los ejemplos que pone está en la Ley de la Cadena Alimentaria porque «es imposible de cumplir, ya que no son iguales mis costes que los de mi vecino». Para ello, reclama que lo primero es fijar los costes de producción.
«Cada vez trabajas más y ganas menos», explica Andrés Serrano. Este agricultor de Motilla del Palancar, dedicado al viñedo, el legumbre, el cereal yalmendra criticas las políticas agrarias porque «no saben las exigencias de cada zona.Subraya el elevado precio de los abonos o del gasoil y hace hincapié en al competencia desleal . «Trabajamos por debajo del coste», lamenta. Además, considera que las asociaciones «se han convertido en gestorías y han perdido la función reivindicativa».
Por su parte, el ganadero César García, que tiene 800 ovejas y 200 corderos en la zona de Zarzuela respalda las quejas de su compañeros y avisa: «Nos tendrán que escuchar porque la burocracia es asfixiante, y en ganadería ni te digo...».