La historia se repite y las prestaciones por nacimiento y cuidado de menor no dejan de aumentar y ya encadenan dos años consecutivos, tanto a nivel nacional como provincial.
No en vano, Cuenca cierra el pasado ejercicio 2024 con cifras récord, tanto en número de prestaciones de este tipo, que ya rozan la barrera de las 2.000, como en el gasto correspondiente, que llega a niveles nunca vistos en los últimos años.
Y es que la Seguridad Social ha tramitado a lo largo del pasado año un total de 1.969 prestaciones por nacimiento y cuidado de menor, un 4,9% más que en el ejercicio anterior, cuando se quedaron en las 1.877, y un 11,6% por encima de las 1.765 de hace cuatro años, en 2020. De hecho, es la cifra más alta en este periodo, según los últimos datos oficiales del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
- Foto: Elaboración propiaEn el conjunto del país, la instantánea es similar, puesto que se han tramitado 471.644 prestaciones de este tipo en 2024, casi 4.000 más que en el ejercicio anterior, lo equivale a un incremento interanual del 0,8%.
Gasto récord. Idéntica tendencia, como es de esperar a tenor de las anteriores cifras, ha registrado el gasto en este tipo de prestaciones de la Seguridad Social, que vienen sustituyendo desde el 1 de enero de 2021 a las antiguas prestaciones de maternidad y paternidad y que han supuesto la equiparación completa de ambas.
En la provincia de Cuenca, por ejemplo, este gasto se ha elevado a la cifra récord de casi 12,5 millones de euros, un 10,4% más que en ejercicio 2023 y un 50,6% por encima de los cerca de 8,3 millones alcanzados en 2020; es decir, en cinco años el gasto en prestaciones por nacimiento y cuidado de menor se ha disparado en más de 4,1 millones de euros, siempre según las cifras facilitadas por el citado ministerio.
- Foto: Elaboración propia.Comportamiento muy similar al registrado en el territorio nacional, donde se han destinado a estas prestaciones un total de 3.613 millones de euros, 190 más que un año antes, lo que se traduce en un incremento interanual del 5,6%.
Volviendo a los datos provinciales, indicar que de las 1.969 prestaciones tramitadas el pasado año, 901 (45,8%) corresponden al primer progenitor, habitualmente la madre, y las 1.068 restantes (54,2%) al segundo progenitor, normalmente el padre. Proporción prácticamente calcada a la de ejercicios anteriores.
Asimismo, la duración media de las prestaciones por nacimiento y cuidado del menor activas entre enero y diciembre de 2024 para el primer progenitor en los supuestos de maternidad biológica, que se elevaron a 888, fue de 106 días de promedio, dos menos que en el ejercicio anterior, cuando este tipo de prestaciones se estimaron en las 839, un 5,8% más.
Castilla-La Mancha. A pesar de esos dos años consecutivos de crecimiento, Cuenca se sitúa a la cola de la región, tanto en número de estas prestaciones como en el gasto correspondiente.
Un ranking autonómico que lidera la provincia de Toledo, con 7.460 prestaciones y un gasto de 51,5 millones, seguido de Ciudad Real, con 4.750 y 31,8 millones; Albacete, con 3.812 y 25,8; Guadalajara, con 2.811 y 21,7; y Cuenca, con 1.969 y 12,4.
Excedencias. Las excedencias por cuidado de hijo, menor acogido o familiar han experimentado la tendencia totalmente contraria a las prestaciones por nacimiento.
Y es que durante 2024, se han dado de alta en la provincia de Cuenca 207 excedencias de este tipo, ocho menos que un año antes, lo que supone un descenso interanual del 3,7%, y cae a niveles de 2021, cuando se registró el mismo número.
Las trabajadoras continúan siendo mayoritarias en este tipo de excedencias, hasta el punto de suponer el 85% del total, en concreto, 176 de las 207. Las 31 restantes han correspondido a hombres, que en los últimos tres años han venido rondando la treintena.
Recordar, por último, que los tres primeros años de excedencia para el cuidado de un hijo o menor acogido tienen la consideración de periodo de cotización efectiva a efectos de prestaciones por jubilación, incapacidad permanente, muerte y supervivencia, maternidad y paternidad, mientras que en el cuidado de otro familiar es solamente el primero.