El Comité Ejecutivo de Asaja Castilla-La Mancha valora el paso dado por la Comisión Europea para reconocer el nuevo contexto de la agricultura europea. Ahora bien, advierten de que la Política Agraria Comunitaria necesita más presupuesto para cumplir con la sostenibilidad que persigue o cambiar radicalmente el modelo que se aplica.

El Comité Ejecutivo regional de Asaja se ha reunido hoy para analizar la respuesta de la movilización nacional convocada por Asaja, COAG y UPA. En este sentido, la organización agraria destaca el masivo respaldo de los agricultores y ganaderos castellano-manchegos a la movilización del 26F en Madrid, cifrando el número de participantes de la región en unos 4.500, lo que desbordó las previsiones iniciales.

En cuanto a la reunión de los ministros de Agricultura europeos, la organización agraria exige que las nuevas decisiones aporten soluciones urgentes y eficaces, algo que no se conseguirá flexibilizando solo las conocidas como Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales.

El presidente de Asaja Castilla-La Mancha, José María Fresneda, también comentó la valoración que hace el consejero de Agricultura sobre los acuerdos de Bruselas. «No compartimos el diagnóstico, nadie garantiza la rentabilidad de las explotaciones y no es suficiente con la relajación de determinados requisitos medioambientales o el aplazamiento del cuaderno digital», avisa. 

El Comité Ejecutivo de Asaja plantea ir más allá puesto que, aunque la Unión Europea ya haya reconocido el nuevo contexto de la agricultura europea, la Política Agraria Común actual no contempla las consecuencias reales de producción, en referencia al incremento de los costes a partir del Covid-19, ni las de comercialización tras el inicio de la guerra de Ucrania.

Por ello, Asaja plantea como  posible solución un aumento del presupuesto de la PAC para doblar la ayuda básica a la renta y compensar así las pérdidas ocasionadas por la producción sostenible que persigue esta PAC y las que provoca la competencia desleal, al tener que competir con productos de terceros países con requisitos de producción muy diferentes. En caso contrario, tendrán que plantearse una nueva PAC «porque esta no es rentable ni justa para las explotaciones agrarias europeas».