Lo bueno de las colecciones es que los tesoros que se retienen aumentan su valor, no solo económico, sino también sentimental. Eso es lo que suele ocurrir cuando se coleccionan vehículos, que se acumulan historias. Muchas más que kilómetros andados. Eso es lo que pensaron en la Asociación de Vehículos Clásicos  de Tarancón y Comarca cuando se fundó allá por el año 2008, que sería buena idea que todas aquellas joyas sobre ruedas que pululaban sin rumbo por las carreteras de la zona se reuniesen de vez en cuando para seguir contando historias que no pasarán de moda, por mucho que cambien los tiempos.  

El único requisito para pertenecer a este selecto grupo es tener un vehículo con más de 30 años de antigüedad y no necesariamente tiene que ser un coche. También son bien recibidas las motos e incluso los tractores. Toda reliquia es recibida con las puertas abiertas.

Jesús Grande es el secretario de esta agrupación y un apasionado de las cuatro ruedas, algo que le viene de familia. «Somos 75 socios de todas partes  de la comarca y cada uno tiene, como mínimo, un vehículo, aunque algunos, como yo, tenemos más, pero lo importante es que todos disfrutamos de esta afición común», argumenta.

Y eso lo demuestra la frecuencia que tienen para reunirse y sacarle brillo a esos que, en su época, eran los 'reyes', pero que el tiempo ha convertido en leyendas de la carretera. «Tenemos bastante actividad, nos reunimos los últimos domingos de cada mes», señala Grande. 

Una concentración nacional

Desde hace unos años y con el único inconveniente de la pandemia, la asociación presidida por Carmen de la Torre organiza una concentración anual a la que acuden amantes del automovilismo de todas partes de España. «Recibimos a gente de todo el país, desde Cantabria o Asturias hasta Sevilla, el aforo este año lo hemos cerrado en  60 inscritos», explica Grande.

Aunque este año hay una gran novedad en la concentración, que se producirá este domingo, con respecto a las anteriores ediciones y es que se inicia en Tarancón, pero se desplaza hasta la localidad conquense de Priego, situada entre la Sierra conquense y la Alcarria. 

Aunque ese será un detalle más de una reunión que promete ser emotiva y gratificante para los amantes de los motores.