La natalidad en la provincia de Cuenca no goza de muy buena salud, a tenor de las últimas cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) que indican que se cerró el recién finalizado 2023 con un total de 1.170 nacimientos, la cifra más baja de la serie histórica, incluso por debajo de los números arrojados por el año de la pandemia, 2020, cuando se quedaron en los 1.193.
Una tendencia a la baja que, sin embargo, no es novedosa, todo lo contrario, puesto que se ha repetido en cinco de los últimos ocho ejercicios, si bien, en esta ocasión, ha caído a niveles nunca vistos hasta ahora. Lo positivo, sin embargo, es que, tal y como ya publicó La Tribuna recientemente, Cuenca ha tenido en 2023 la cifra de fallecimientos más baja de los últimos 24 años.
Algo que viene a compensar en parte la baja natalidad, aunque, sin lugar a dudas, no es suficiente, sobre todo si se tiene en cuenta que, pese a ese notable descenso, las muertes se sitúan por encima de los nacimientos; en concreto, el saldo es a favor de los decesos en 825.
En ocho años se ha pasado de los 1.507 nacimientos a los 1.170 con que Cuenca ha despedido 2023 - Foto: Elaboración propiaCon esta coyuntura demográfica, la llegada de inmigrantes a la provincia se antoja quizá más relevante aún para combatir la lacra de la despoblación y con el objeto, al menos, de no sólo no perder habitantes, sino, incluso, incrementarlos.
De hecho, en los últimos cuatro años, según las cifras oficiales del INE, la población inmigrante viene ganando peso paulatinamente, hasta el punto de pasar de los 22.663 del año 2020 a los 26.222 de principios de 2023, una diferencia de 3.559 que supone un crecimiento del 15,7%.
Natalidad al detalle. Volviendo a la natalidad, indicar que los 1.170 bebés nacidos en este 2023 se quedan un 10,3% por debajo de los 1.304 del año anterior, descenso que se incrementa hasta el 22,4% si se compara con los 1.507 de 2016.
Santiago Yubero, catedrático de Psicología Social en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la UCLM en Cuenca. - Foto: Reyes MartínezEl 52% de los nacimientos correspondieron a varones, en concreto 608, mientras que las niñas se elevaron a las 562. Fenómeno que se ha venido repitiendo en los últimos ochos años, con la excepción de los ejercicios 2017 y 2020, donde cambiaron las tornas.
En cuanto a la edad de las madres, indicar que una de cada tres tenía entre 30 y 34 años (391) y una de cada cuatro (315) entre 35 y 39. Franja de edad ésta que es la que más ha descendido este año, con 44 menos que en 2022, seguida de la de 20 a 24, que ha caído en 21, hasta las 105.
Aclarar, sin embargo, que esta menor natalidad no es exclusiva de Cuenca, puesto que se repite en toda la región y a nivel nacional.
La opinión del experto. Para el catedrático de Psicología Social en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la Universidad de Castilla-La Mancha en Cuenca, Santiago Yubero, la natalidad va ligada al desarrollo social y económico del territorio, de tal manera que en una situación de crisis y, encima con inflación, la gente se inclina por tener menos hijos y más tarde.
De ahí que, a su juicio, cobre especial relevancia la necesidad de buscar la estabilidad en la población y para ello sería clave que en una provincia como Cuenca, con escaso desarrollo económico, se facilite la instalación de empresas que apuesten por el teletrabajo, como las tecnológicas.
Y es que, en definitiva, "en Cuenca no tenemos que compararnos con nadie, ni querer ser nadie, lo que tenemos que hacer es una programación de subsistencia, de creación y no pérdida", subrayó.