Cada jornada es una historia diferente. Nada más despertar, cada uno de los niños inscritos es consciente de que vivirá grandes aventuras y disfrutará de lo lindo, junto a sus nuevos amigos y monitores. Es una dinámica que se repite durante diez días, pero nunca se convierte en rutina, porque existe una hoja de ruta que incluye excursiones, juegos, actividades, bailes y un sinfín de acciones lúdicas a plena luz del día y también bajo la atenta mirada de la luna. Esta es la tónica que se vive en los campamentos de verano del Albergue Provincial de Fuente de las Tablas de la Diputación, que se sitúa en una privilegiada ubicación, concretamente en el corazón de la Serranía conquense.
La oferta convierte a este campamento en una gran tentación estival para los más pequeños. De hecho, este verano han pasado por este centro lúdico un total de 342 niños, justo la totalidad del aforo existente. Y todos coinciden en que es «muy divertido». Oriol García explica que el campamento está «muy bien», especialmente, «cuando nos vamos de ruta». Lo mismo ocurre cuando se aventuran a pasar por el puente tibetano o lanzarse por la tirolina. Tras pasar diez días de puro desenfreno lúdico, este joven reconoce que «me da mucha pena que se acabe tanto por los amigos que he hecho como por los monitores, que son geniales». Su compañero, Dani Sánchez, apunta que «hemos aprendido mucho», como por ejemplo, «cuidar a animales y ver cosas que nunca antes había visto». Otra de las claves es «colaborar con la gente, que es algo que me gusta mucho», añade.
Mia Muñoz, por su parte, detalla que en esta experiencia «hemos hecho mucho deporte y actividades muy divertidas, de las cuales muchas nunca había practicado». Incluso han levantado un campamento entre los árboles para sentir el latido de la naturaleza. «Es algo que me ha encantado y que espero algún día repetir», resalta.
Entre risas, amigos y aventuras al aire libreEn el Albergue Provincial de Fuente de las Tablas de la Diputación no solo participan niños de la capital, sino también de distintos municipios de la provincia. Vera Magallanes, natural de Montalvo, recalca que esta aventura le ha gustado «mucho» y reconoce que «he hecho muchos amigos de distintos pueblos». Tras diez días inmersa en una experiencia «inolvidable», no tiene dudas a la hora de recomendar a otros niños a que se inscriban, «porque te lo pasas bien a todas horas y puedes estar divirtiéndote todo el rato». Por su parte, Jimena Agudo, natural de Huete, afirma que este campamento «es lo mejor que me ha pasado en este verano»y desea «poder repetir algún año más porque me lo he pasado muy bien».
Actividades. Y es que no es para menos porque todos los participantes tienen un calendario repleto de opciones. La coordinadora de los campamentos veraniegos, Sara Martínez, apunta que «aquí no nos aburrimos», teniendo en cuenta que el objetivo principal es que «los niños disfruten cada día con actividades y pasen un verano increíble». Para que así sea, los organizadores ponen en marcha un exhaustivo plan que incluye: juegos de todos los colores, gymkana infantil, excursiones por distintos espacios de la montaña, baños en La Toba, acampadas nocturnas, sesiones en las aulas, el puente tibetano, pistas deportivas, tiro con arco, tirolina o montar en piragua, entre muchas otras opciones. En este sentido, Martínez incide en que «todo está planificado para que los niños disfruten por todo lo alto y aprovechen de la mejor forma posible estos diez días, donde también aprenden muchísimas cosas».
Pero, todo lo bueno llega a su fin. Los campamentos de verano del Albergue Provincial de Fuente de las Tablas de la Diputación concluyen por todo lo alto después de dos intensos meses de puro entretenimiento, donde los más de tres centenares de jóvenes han participado divididos en seis turnos, cada uno de diez días. El balance es «muy positivo», tal y como explicó el presidente de la institución provincial, Álvaro Martínez Chana.
Entre risas, amigos y aventuras al aire libreEl presidente ensalzó que este programa alcanza ya 22 años en funcionamiento y es «uno de los que más satisfacción nos da». «Tan solo hay que ver a los pequeños cómo disfrutan del entorno, en una de las zonas más bonitas de la provincia», añadió. El objetivo de los campamentos de verano es «fomentar la convivencia, el compañerismo, la participación en grupo y la amistad». De hecho, «cuando uno pasa por aquí, siempre deja nuevos amigos». Este año se han ocupado todas las plazas ofertas y tuvo que ser necesario realizar un sorteo porque se registraron 800 solicitudes.
El presidente de la Diputación estuvo acompañado en su visita de clausura por el diputado de Juventud y Deporte, Abel Fresneda, y el responsable del Servicio de Deportes de la Diputación, Juan Ignacio Lillo. El máximo representante de la Diputación detalló que otro de los objetivos de los campamentos veraniegos es «inculcar la educación medioambiental, ya que se lleva a cabo en plena naturaleza». Cada día «son muchos más conscientes».
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De esta forma, se cierra un capítulo inolvidable para los niños y niñas afortunadas de participar en estos campamentos veraniegos. Todos ellos, además, han podido adquirir infinidad de conocimientos y volver a casa con una formación muy complementaria. También recibieron una mochila de regalo para guardar todos los recuerdos de esta maravillosa aventura.