Por dejarlo claro desde el inicio y respondiendo por aquí al paisanaje que me ha hecho de continuo la pregunta: Creo que Emiliano García Page hubiera estado mucho mejor quedándose callado o, como mal menor y si no le quedaba más remedio, no haberse mojado tanto y haber previsto un algo que el 90% del personal sabía, que Sánchez no tenía ni la más remota intención de dimitir y que todo era un montaje escenificado en modo melodrama, donde al final el chico se queda con la chica y siguen viviendo felices en el rancho.
Comprendo que se debió sentir muy empujado a tener que decir algo, pero no acabo de entender que alguien avezado en esto y en poses y aranas sanchistas no se maliciara que era un sainete con final predeterminado. Aunque es cierto que esta vez a quienes más ha tomado el pelo ha sido a los suyos a los que ha llenado de zozobra y de mucho miedo. No por el amado líder, sino por lo suyo, y por verse en ese lugar donde hace tanto frio. No era su caso y por eso, no se si lo sabrá, sus 'compañeros de partido', la especie más peligrosa de la jungla política, se están partiendo la caja de reírse. ¿O se cree que por lo que ha dicho y repetido le han cogido amores? Pues va listo si por un momento piensa que han dejado de afilar los cuchillos. Que esto creo que no, que lo tiene bien claro como supongo que si lo piensa un poco, o hasta sin pensarlo se barrunta que no ha salido para nada bien parado del trance y que si a los españoles nos ha tomado, a quien se lo dejara tomar, de manera descarada el pelo, el corre aún más riesgo de que le pueden arrancar en cuanto puedan la cabellera como en las películas del oeste con indios, caballos y vacas. Tolón, tolón, Emiliano.
Fuera de las cuitas de nuestro presidente regional, lo que Sánchez ha perpetrado ha sido toda una puesta en escena para inventarse una coartada y autoconcederse una bula. La de, so pretexto de calificar como «bulo y fango» a toda información, crítica y hasta auto judicial (que ya le vale a quien ha hecho de la mentira más procaz y continuada, su forma y método de gobierno),de autoconcederse impunidad y bula para el y para los suyos bula. Toda una tramoya con un objetivo: dar un paso más y este ya de absoluta deriva en la vulneración de derechos y libertades constitucionales. La yugulación, control y sometimiento a sus designios del Poder Judicial y el amordazamiento de la prensa imponiendo la censura.
Eso supone y será sino lo evitamos el traspasar una definitiva linea roja, la que separa la democracia de la tiranía. Y eso, a algunos, que lo sufrimos en nuestras carnes y contra ello nos rebelamos, nos llena de preocupación y temor. Pero no de miedo y contra ello estaremos como estuvimos enfrente. Aunque entonces nos llamaran por hacerlo, rojos, y ahora nos llamen por lo mismo, fachas.
Solo hay para ante ello una verdad y una respuesta. Que da igual de que color se tiña la dictadura y de que seda se vista a la mona. Que dictadura y primate se queda.