Un apunte sobre tradicionalismo conquense

Óscar Martínez Pérez
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Un apunte sobre tradicionalismo conquense

Es evidente que la relación de Cuenca con el carlismo, no sólo con su doctrina e ideología sino con los hechos históricos vividos por la capital conquense y su provincia en el siglo XIX y XX, han sido muy desiguales en cuanto a su percepción por la sociedad que los vivió y sufrió en muchos casos, y la historiografía y la propaganda a favor y en contra que ha llegado hasta nuestros días.

Cuenca, que como todos recordamos, fue la única capital de provincia española que fue tomada y saqueada por los carlistas el 15 de julio de 1874 –se cumplen 150 años– al frente de Alfonso de Borbón y Austria-Este y su esposa María de las Nieves de Braganza, tenía una muy numerosa presencia carlista entre los conquenses, hecho que lógicamente facilitó la toma de la ciudad al 'pasarse' muchos de ellos al bando tradicionalista y su fieros zuavos.

Las guerras carlistas, que no fueron otra cosa que guerras civiles entre españoles, dejaron una profunda huella en el tiempo y en la geografía hispana. La escasa iconografía carlista sobre tan importante suceso, como la conquista de Cuenca, se vio reflejada en el siglo XX cuando los carlitas-requetés, a través de la organización de ayuda a los necesitados, Socorro Blanco, editó en 1935 un sello de cotización con la imagen del cuadro de la Toma de Cuenca dibujado por el Conde de la Roche y en el que aparecen montados en sus corceles de raza española don Alfonso Carlos y su esposa doña María de las Nieves, con un fondo del 'skyline' de la Cuenca decimonónica. Esta obra también quedó reflejada en unas postales a dos caras que tuvieron amplia difusión.

Socorro Blanco. El Socorro Blanco fue una institución creada por los tradicionalistas o carlistas que funcionó durante 'la dominación' marxista en España en muchas ciudades y localidades españolas. En Cuenca y ante el vacío historiográfico casi absoluto sobre este tema, apenas tenemos información de sus actividades y personas implicadas. Lo cierto es que parece ser que la figura más destacada –que fue jefe de la Falange Española clandestina y encargado del Socorro Blanco en Cuenca– pudo ser Federico Muelas.

Esta organización carlo-tradicionalista de acción social, contó con la ayuda y trabajo de varios conquenses, de los que apenas tenemos testimonios o relatos sobre su actuación en los tiempos tan convulsos que vivió nuestra ciudad. Hay un conquense destacado por su labor en la enseñanza y el trabajo, que tuvo una vinculación con esta organización, que fue José María García Moreno, que falleció en 1965 a la edad de 86 años, trabajando de forma incansable como miembro de la Adoración Nocturna, presidente de la Conferencias de San Vicente de Paúl y maestro de enseñanza primaria (estuvo muchos años como profesor en las Escuelas Palafox) y agente comercial.

García Moreno fue un conquense con profundos sentimientos católicos y tradicionalistas. Prueba de ello fue su ingreso en la Comunión tradicionalista en 1898, con 19 años de edad; en el carlismo conquense llegó a ser presidente de la Junta Carlista de Cuenca y presidente también del Socorro Blanco de Cuenca en el periodo de 'dominación' marxista. También fue Boina Vieja en la institución carlista y Boina Roja en la ya unificada Falange con los tradicionalistas en tiempos de posguerra. Su vida laboral se desarrolló no sólo como excelente y recordado docente sino también como agente comercial de reconocida solvencia. 

Nuestro paisano nos permite empezar a tirar de un hilo historiográfico para conocer de forma más profunda los avatares de una organización de ayuda social y tradicionalista en los convulsos años que vivió nuestra tierra en los años 30.