Cuando la inmigración irregular está de rabiosa actualidad y en el centro del debate político de nuestro país, no se puede olvidar que existe otra inmigración más numerosa, la regular, que discurre por los cauces de legalidad y que no para de crecer año tras año.
En ese marco, se encuentran, por ejemplo, los extranjeros que han obtenido la nacionalidad española por residencia en nuestro país y que casi se duplicaron al cierre de 2023, puesto que pasaron de los 124.300 a los 243.481.
Una tendencia al alza de la que no ha sido ajena la provincia de Cuenca, que cerró el pasado ejercicio con un notable crecimiento interanual del 66% del número de concesiones de nacionalidad española por residencia a ciudadanos extranjeros; en concreto, se contabilizaron 574 frente a las 346 de doce meses atrás, es decir, 228 más.
- Foto: Elaboración propia.Un volumen importante de nacionalizaciones que, además, se convierte tanto en la segunda cifra más alta de los últimos diez años en la provincia, sólo superada por las 611 del pasado 2021, como la tercera más elevada de los últimos quince, por debajo de los 743 de 2023, anualidad en la que registró una subida generalizada en todo el país.
De esos casi 600 extranjeros nacionalizados el pasado año, más de la mitad, 330 (57,5%), son mujeres y los 244 restantes, hombres, el 42,5% del total. Comportamiento muy similar al experimentado por el ejercicio anterior, aunque, en esa ocasión, el porcentaje de mujeres se reducía ligeramente al 53,5% y, en consecuencia, el de hombres creció hasta el 46,5%.
Plazos exigidos. Para la obtención de la nacionalidad española, la legislación exige al interesado tres requisitos indispensables, como son la buena conducta, un suficiente grado de integración en la sociedad española y haber residido en España de forma legal y continuada por un plazo de tiempo inmediatamente anterior a la solicitud, que, por cierto, varía de un año a diez dependiendo de una serie de condicionantes, como por ejemplo haber nacido en España, haberse casado con un ciudadano español o proceder de un país iberoamericano, entre otros.
- Foto: Elaboración propia.La gran mayoría de las concesiones de nacionalidad, 261 (45,5%), han correspondido a ciudadanos latinoamericanos, que han tenido que estar residiendo al menos dos años antes en España. Le han seguido las 215 de extranjeros, bien nacidos en España, casados con un español o española o hijos o nietos de un español, que han residido al menos un año en nuestro país. Y completan el listado las 96 correspondientes a extranjeros residentes en España durante diez años.
Los nacionalizados procedían de un total de 32 países, si bien han destacado los marroquíes, con 155, que casi representan la tercera parte del total. Le han seguido, eso sí muy de lejos, los venezolanos (59), los rumanos (54), los colombianos (46), los ecuatorianos (39), los dominicanos (33) o los peruanos (27).
Uno de cada tres nacionalizados, 167, tenían edades comprendidas entre los 35 y 49 años. No se quedaron atrás los de entre 18 y 34, con 163; seguidos de los 131 de 5 a 17 años, los 52 de 0 a 4 y de 50 a 64; y los nueve de 65 años o más. Se da la circunstancia de que la tercera parte son menores de edad.