El vino es uno de los manjares más exquisitos que la madre tierra brinda al ser humano. La recomendación de su consumo está a la orden del día pero, evidentemente, siempre con responsabilidad y moderación, como no podría ser de otra forma ante una bebida de contiene alcohol. Con ese preámbulo y por medio de unas enriquecedoras jornadas se está formando a los futuros profesionales de la hostelería y restauración de la región. El Centro Integrado de Formación Profesional número uno de Cuenca fue la primera parada de estas charlas que llegarán a todas las provincias castellano-manchegas y que están organizadas por la consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural en colaboración con la Fundación Tierra de Viñedos y la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE).
La formación en Cuenca estuvo dirigida al alumnado del Ciclo Formativo de Hostelería y Turismo. Estos mismos estudiantes trabajarán en restaurantes y establecimientos hosteleros en un futuro cercano y serán los encargados de recomendar a los clientes qué vino tomar. En las tres sesiones que conformaron la charla de ayer los alumnos comprobaron la importancia del sector vitivinícola en España y especialmente en Castilla-La Mancha, cuales son las zonas de producción y figura de calidad y qué variedades de uva y tipos de vino existen. También conocieron cómo se hace una cata de vino y sus diferentes fases, qué es el mantenimiento, guarda y servicio del vino y cómo elaborar cartas de este apreciado líquido. Por último, los futuros profesionales adquirieron conocimientos de la relevancia del vino en la dieta mediterránea.
proyección. En esta primera charla estuvo presente el viceconsejero de Medio Rural, Agapito Portillo, que estuvo acompañado por el director del centro conquense, Samuel Fernández; el delegado de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural en Cuenca, Joaquín Cuadrado; y la directora de la Fundación Tierra de Viñedos, Diana Granados. Portillo recalcó que «tenemos que ser capaces de poner en valor el vino que se hace la región, que es uno vino de calidad» y por eso mediante estas charlas formativas los hosteleros, cuando acudan los turistas y los consumidores sepa «ofrecerle vinos de aquí». Castilla-la Mancha es la principal productora vitivinícola del país con más de la mitad del vino total producido y la que más superficie de viñedo tiene en le mundo. Eso hace que sea un sector «que genera una importante actividad socioeconómica y fija población al territorio».
Cuadrado, Portillo, Fernández y Granados (de izquierda a derecha) dieron la bienvenida a los alumnos - Foto: Reyes MartínezPor su parte, Samuel Fernández destacó la importancia de estas jornadas para sus alumnos y agradeció a la organización que se puedan celebrar estas charlas en el centro, que tienen como principal objetivo «formar a los alumnos en la importancia del vino para nuestra región». Además, Fernández señaló que es «una gran oportunidad para aprender todo lo relacionado con el vino». La idea del Gobierno de Castilla-La Mancha es «promocionar el consumo responsable y el conocimiento del sector vitivinícola». Para ello, además de estas jornadas de formación, se han organizado catas de vino didácticas gratuitas en veinte puntos de la región, distribuidas a lo largo de todo el año, así como otras actividades de promoción. Todo ello en colaboración con la Fundación Tierra de Viñedos y la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE).
De esta forma, los alumnos del Ciclo Formativo de Hostelería y Turismo del Centro Integrado de Formación Profesional número uno de Cuenca saldrán al mundo laboral con una formación adicional que les proporcionará más posibilidades de encontrar trabajo. Y qué mejor que hacerlo que con el líquido más importante para la región, como es el vino, que genera cada año un valor de 1.800 millones de euros, casi el cinco por ciento del PIB de la región.