Cada último martes de febrero se celebra el Día Internacional de la Esterilización de los Animales, una fecha clave para concienciar sobre la importancia de este procedimiento en la salud y el bienestar de las mascotas. Aunque para algunos sigue siendo un tema controvertido, la esterilización es una herramienta fundamental para evitar enfermedades, controlar el comportamiento y prevenir camadas no deseadas que agravan la problemática del abandono animal.
Beatriz Orozco, veterinaria y gerente de la clínica La Mezquita, explica que la esterilización se refiere a cualquier método que impida la reproducción del animal. «El sistema más recomendado es la cirugía, ya que los tratamientos hormonales no son definitivos y pueden tener efectos secundarios», aclara. A pesar de que en la mayoría de los casos se realizan intervenciones en perros y gatos, también es habitual la esterilización en conejos y roedores.
El proceso quirúrgico, aunque rutinario, requiere de atención personalizada. «Cada animal reacciona de manera distinta a la anestesia, por lo que el tiempo de intervención varía». Cabe destacar que «no es solo la cirugía, sino también el control anestésico y el postoperatorio lo que determina la duración total del procedimiento», indica Orozco. En general, la recuperación completa se da en un plazo de «diez días, siempre y cuando el postoperatorio transcurra sin complicaciones».
Un acto de amor y responsabilidad - Foto: Reyes MartínezPero, ¿cuáles son las razones que llevan a los dueños a optar por la esterilización? Esta experta conquense enumera tres motivos principales: «La prevención de enfermedades, el control del comportamiento y la reducción del abandono animal». Y es que, tal y como detalla esta veterinaria, «muchas enfermedades en la vejez de nuestras mascotas están relacionadas con el aparato reproductivo, como la hiperplasia prostática y los tumores testiculares en machos, o las infecciones de útero en hembras», señala. Además, la esterilización «reduce conductas asociadas al instinto reproductivo, como el escapismo o la agresividad».
Reproducción. El impacto de la reproducción descontrolada también es un factor clave. «Nos encontramos con camadas no deseadas que, en muchos casos, terminan en la calle o en albergues ya saturados», advierte la veterinaria. Los refugios y protectoras «están desbordados, especialmente con perros de guardia o de caza, que suelen ser los más afectados por la falta de control reproductivo». Beatriz incide en que «si tenemos un perro en una finca sin esterilizar, no hay valla que contenga su instinto. Esto aumenta la población de animales sin hogar», agrega.
A pesar de los beneficios evidentes, todavía hay quienes se oponen a la esterilización. «Entiendo que haya personas en contra, pero nosotros vemos las consecuencias médicas de no castrar». En algunos casos específicos, «por cuestiones de comportamiento, puede no ser recomendable, pero son excepciones. Siempre asesoramos de forma individualizada», afirma Orozco. La veterinaria destaca que muchos de los problemas graves en animales geriátricos podrían evitarse con una esterilización temprana.
Existe también cierta confusión sobre la diferencia entre castración y esterilización. «Si buscamos en la RAE, castrar implica la eliminación de las gónadas (testículos u ovarios), mientras que esterilizar podría incluir métodos como la vasectomía o la ligadura de trompas, que impiden la reproducción sin extraer las gónadas», explica la gerente de la clínica veterinaria La Mezquita.
En el caso de los gatos, la esterilización es una obligación legal para el control de colonias felinas. «Este tipo de medidas requieren compromiso y planificación. No sirve esterilizar 20 gatas un año y luego olvidarse», advierte la veterinaria. La constancia en estos programas es clave para que sean efectivos a largo plazo.
Finalmente, Orozco insiste en la necesidad de difundir información sobre la esterilización y su impacto positivo. «Este día internacional es una oportunidad para llegar a quienes todavía no están concienciados, especialmente a los dueños de perros de trabajo y de finca, que son los principales responsables de camadas no deseadas», concluye.
La esterilización no es solo una decisión personal, sino un acto de responsabilidad con nuestras mascotas y la sociedad en general. Reducir el abandono y mejorar la calidad de vida de los animales está en manos de todos.