El Rebi Cuenca vuelve a dejar dudas en la competición doméstica después de enlazar dos derrotas consecutivas que le anclan en el decimotercer puesto de la tabla. Ahora mismo, «estamos tristes por la situación», tal y como reconoce Fede Pizarro. No obstante, el equipo tiene que ser «positivo y optimista de cara a los siguientes partidos», añade. Y es que el conjunto dirigido por Lidio Jiménez tiene que levantar el vuelo para afrontar con creces las siete «finales» que restan para el final de curso. Uno de los partidos más importantes llega este domingo (19 horas) a domicilio ante el Morrazo, que es el equipo que ocupa un puesto menos en la clasificación y se sitúa a solo cuatro puntos de distancia. El duelo, en un pabellón «muy caliente», es de vital importancia porque el adversario ocupa la plaza de promoción de descenso, por lo que los conquenses tienen que ganar para dar un golpe sobre la mesa.
El choque «no es determinante, pero sí que es importante porque si ganamos nos alejamos». En cambio, una derrota metería de lleno al Rebi Cuenca en la pelea por eludir ese puesto que obliga a disputar un play out de descenso. El empate también podría ser bueno porque se mantendría la brecha entre ambos clubes. Cabe recordar también que el Morrazo tiene un calendario mucho más complicado que el Rebi Cuenca en esta recta final.
A título personal, Fede Pizarro vive un gran momento deportivo. De hecho, el argentino fue elegido mejor jugador de la jornada pasada en Liga Asobal tras materializar nueve goles y cuatro asistencias en la derrota del Rebi Cuenca en casa ante el BM Logroño (32-35). Sin embargo, Fede reconoce que no está «contento porque priorizo siempre el bien del equipo y prefiero haber sumado los dos puntos del partido». El albiceleste sí que está feliz por jugar de nuevo en «casa», después de su frustrado fichaje hace unas semanas, y ahora se convierte en unas de las grandes bazas para Lidio Jiménez.
Rendimiento. El veterano lateral derecho explica que el mal rendimiento del equipo, especialmente en esta segunda vuelta, se debe «a la falta de regularidad porque estamos siendo muy irregulares, donde hemos jugado grandes partidos pero también muy malos». Esta dinámica se une a una primera vuelta en la que «hemos tenido muchas lesiones y el equipo nunca ha estado al completo, además de tener que asumir los duelos europeos». Entre unas cosas y otras, el Rebi Cuenca vive una campaña atípica, donde los aficionados no están disfrutando tanto como en temporadas anteriores.
Fede Pizarro pide a la afición que se vuelque con sus jugadores, tal y como viene haciendo, y que sigan apoyando para conseguir acabar la campaña «de la mejor forma posible». El argentino se muestra «convencido» de que llegarán buenos resultados y que el equipo «sacará el trabajo adelante porque estamos todos comprometidos y nos esforzamos cada día».