El rechazo de la oposición a la aprobación definitiva de la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) ha supuesto un punto de inflexión en el proceder del Grupo Socialista, que se ha hecho patente en el debate de varias de las mociones a la hora de justificar su voto en contra.

Una de ellas ha sido la presentada por Vox para acordar un estudio e inclusión de una partida plurianual enfocada a la eliminación de barreras arquitectónicas en los barrios de La Paz, Cerro Molina y Pozo de las Nieves, a través de la construcción de rampas y escaleras mecánicas.

En este punto, el equipo de Gobierno se posicionaba en contra por «prudencia y responsabilidad», ya que «no podemos comprometer un crédito cuando, a lo mejor, lo vamos a necesitar para otros asuntos, como las ayudas al transporte público, que peligran a raíz del rechazo a la implantación de la ZBE», señaló el concejal de Movilidad, Adrián Martínez. Eso sí, al final, salió adelante con el apoyo de los grupos de la oposición.

Argumento socialista que ha vuelto a salir a la palestra en la moción de CeM para restablecer los Presupuestos Participativos, aunque finalmente se ha aprobado con el respaldo de la oposición.

No han corrido la misma suerte las dos mociones del PP, una de apoyo a la natalidad y otra en defensa de la independencia del poder judicial, que han sido rechazas.