Las restricciones respecto al consumo de tabaco son cada vez más estrictas y desde diversos ámbitos se incide en la necesidad de extender las zonas sin humos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para reducir el número de fumadores los datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, distan bastante de la pretensión de las autoridades sanitarias.
Es verdad que se fuma algo menos, pero las ventas aumentan, aunque sea de manera ligera. El año pasado, por ejemplo, las ventas en la provincia de los distintos tipos de tabaco (cigarrillos, cigarros, picadura de liar y picadura de pipa) sumaron 60,2 millones de euros, 695.811 euros más que en 2022. Entre enero y julio de este año, que son los últimos datos hechos públicos por el Comisionado, las ventas en la capital y la provincia se sitúan en 34,4 millones de euros, por encima de los 31,1 millones de euros del mismo periodo del años pasado, que se traduce en un ligero incremento del 0,94%.
En cuando al desglose de las ventas del año en curso, 30,3 millones de euros corresponden a cigarrillos, 1,02 millones a cigarros, 2,7 millones son de picadura de liar y algo más de 374.000 euros a picadura de pipa. No hay que olvidar que este ligero incremento de ventas viene también acompañado por las reiteradas subidas del precio del tabaco.
En cuanto al consumo de tabaco a lo largo y ancho de los municipios conquenses, los datos de la venta en unidades, entre enero y julio, confirman también la tendencia a la baja. En 2023, se vendieron 10,8 millones de cajetillas, lo que revela que en las últimas dos décadas la venta de este producto se ha reducido casi a la mitad porque en 2004, las ventas ascendieron a casi 21,3 millones.
Entre enero y julio, en lo que se refiere a la venta de cigarrillos se vendieron 5.984.317, cifra inferior a 6.146.231 del mismo periodos de 2023. También baja en lo que se refiere a los cigarros, 4. 258.964 frente a los 4.744. 531 de hace un año. También las ventas de picadura de liar y de pipa experimentaron una ligera caída en comparación con los mismos meses del año pasado.
Más presión de Europa. La Comisión Europea (CE) recomendó este martes a los Estados miembros extender las zonas libres de humo a espacios recreativos al aire libre «en los que es probable que se reúnan niños» como establecimientos de servicios entre los que se incluyen las terrazas de bares y restaurantes, piscinas y parques de atracciones. Esta recomendación de la CE se produce después de que el pasado mes de abril el Gobierno dio luz verde al Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 con el que buscan reducir el consumo de productos con tabaco y «lograr una generación libre de tabaco en España». Entre sus actuaciones específicas destacan la equiparación de la regulación de los cigarrillos electrónicos y los productos relacionados del tabaco (tengan o no nicotina) con la regulación del tabaco tradicional, creación de líneas de ayuda gratuita, además de recursos web y aplicaciones o la ampliación por ley de los espacios sin humo y un refuerzo a nivel sanitario contra el tabaquismo.
Estas medidas anunciadas por el Ministerio de Sanidad, en especial en lo que se refiere la prohibición de fumar en las terrazas, ya provocaron las reticencias de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo. En declaraciones a La Tribuna, el secretario este colectivo, Diego López, se posicionó «absolutamente en contra» al entender que «nos afectaría mucho y mermaría sin duda el negocio, tanto en verano como en invierno». Unos meses después la postura es la misma.