El Pleno del Ayuntamiento de Cuenca ha contado hoy, por primera vez en varios meses, con la totalidad de sus miembros. Y es que el segundo teniente de alcalde, Isidoro Gómez Cavero, ha regresado al plenario después de medio año de convalecencia, tras ser intervenido quirúrgicamente por un tumor cerebral.
El líder de Cuenca nos Une (CnU) ha señalado que «tenía ganas de volver por aquí, aunque sea por no darme un montón de paseos por Carretera, que parezco un abuelo».
Ha explicado que ha tomado esta decisión de volver al Pleno, porque «mientras pueda ser útil, intentaré hacer las cosas lo mejor que pueda». Y, en este sentido, ha subrayado que «siempre he tenido un lema en la vida, que es morir con las botas puestas y, en vez de estar por ahí de paseos, voy a intentar lo que pueda».
Gómez Cavero no ha querido dejar pasar su más sincero agradecimiento a «todos los que me habéis mostrado esa preocupación», si bien ha querido hacer especial mención a la concejala de Vox, María José López, y al edil del Grupo Popular, José Ángel Gómez Buendía, porque «desde que he estado enfermo en el hospital, me habéis mandado vuestro apoyo, por lo que me tenéis para lo que queráis, mientras pueda».
Su regreso al plenario, además, no ha pasado desapercibido, hasta el punto de que su voto, junto al de su compañera, Marta Tirado, han sido determinantes para que saliera adelante la moción de Vox para erigir un memorial por los católicos asesinados en Cuenca y su provincia durante la Guerra Civil y para nombrar como hijos predilectos e hijos adoptivos a los clérigos asesinados.
No en vano, se ha aprobado por los 13 votos de Vox, PP y CnU, puesto que tanto PSOE como CeM han votado en contra.