Desde 2003, veintiún años, ni más ni más menos, lleva la peña ElMandil con sus distinciones a personas y entidades comprometidas con el desarrollo, el engrandecimiento o la difusión de las fiestas de San Mateo.

Unos reconocimientos que se han convertido en cita ineludible y referente del arranque de estos festejos tan populares en la capital conquense. No en vano, se entregan minutos antes del pregón inaugural y a tan solo unos metros del balcón del Ayuntamiento, en el comedor del restaurante Mangana, «sede social de la peña y santo y seña de las fiestas mateas».

Tras la tradicional comida y con Rafael Torres como maestro de ceremonias, esta histórica peña hacía entrega de sus galardones, en los que no faltaron ni los mandiles ni, por supuesto, las obras del ceramista conquense Luis del Castillo.

Pedro Romero entrega el Mandil de Honor al director de La Tribuna de Cuenca, Leo Cortijo. - Foto: Miguel A. Ramón

Su máximo reconocimiento, el Mandil de Honor, ha recaído este año en este diario, La Tribuna de Cuenca, por «su dilatada trayectoria en todo lo relacionado con la cobertura informativa de las fiestas y tradiciones de la ciudad, a través no solo de miles de artículos, entrevistas y reportajes, sino también con sus ediciones extraordinarias». Su director, Leo Cortijo, que fue el encargado de recoger este galardón, no dudó en agradecer el reconocimiento, al tiempo que invitó a la peña El Mandil a «seguir así, porque sois parte de la raíz y de la esencia de San Mateo; unas fiestas que son esto, hermandad, unidad y convivencia».

La pregonera, Laura García Melero, por su parte, recibió la Pita de Plata en reconocimiento a «su dedicación y esfuerzo por estas fiestas, como vocal y secretaria de la Asociación de Peñas Mateas e iniciadora de la Cuenca Histórica».

El premio Maroma de Oro de este año recaía en Óscar Contreras, integrante de la peña Los de la Fuente, «mateo de pro, gran corredor y muy implicado en la organización de la suelta de vaquillas».

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No faltó el homenaje sorpresa al Peñista Distinguido, que esta vez recaía en el cirujano Amador Jiménez, y una mención especial por su jubilación al frente del mítico Pub Vaya Vaya, Antonio Rentero 'Escuchi'.