La mudanza al nuevo Hospital Universitario está a la vuelta de la esquina y es un buen momento para recordar lo que ha supuesto el Virgen de la Luz. Manuel Tordera, presidente del comité organizador de los actos del 60 aniversario, comparte con La Tribuna lo que significa este hospital para los conquenses.
¿Qué ha supuesto para usted presidir los actos del 60 aniversario del Virgen de la Luz?
Primero, alegría, y en segundo lugar, un orgullo que una persona que está ya jubilada y que ha dejado ya la vida activa, tanto en la medicina asistencial como de gestión, se hayan acordado de uno para hacer algo tan emotivo como el 60 aniversario del Virgen de la Luz.
¿Qué es lo que más le ha emocionado de estos actos?
Sobre todo, encontrar a gente con la que ya no tenía contacto con ellos. Me he vuelto a encontrar con antiguos profesionales, que en mi labor asistencial y de gestión estuve con ellos compartiendo muchas cosas. Los actos, para mí, han sido muy emotivos. Además de la exposición en la sala Iberia, que me pareció preciosa, me ha resultado muy bonito el concierto que se hizo en el Teatro Auditorio, que me ha permitido descubrir a la Joven Orquesta de Cuenca. No la conocía y me parecieron excelentes.
Uno de los actos era el encuentro entre profesionales jubilados y las nuevas generaciones, que no se pudo hacer. ¿Se llevará a cabo?
De momento no está suspendido, sino pospuesto. Queremos que ese encuentro vaya ligado también con la apertura del nuevo hospital. Sabemos que el día 19 de diciembre será la inauguración oficial y posiblemente un poco antes o después.
¿La coincidencia del 60 aniversario y la apertura del nuevo hospital ha sido la cuadratura del círculo?
Claro. Fundamentalmente, lo que cambia es que estamos en el siglo veintiuno, con la apertura de un nuevo hospital para Cuenca, con muchas más tecnología y más puntero. El Virgen de la Luz es del año 64, empezó como una antigua residencia como las que se hacían entonces a nivel provincial. Se fue transformando en un hospital y con el tiempo se convirtió en un centro hospitalario moderno, pero con un edificio que tiene ya sus achaques y al que se fueron haciendo añadidos.
Ahora todo eso está en un edificio más moderno y funcional que incluye hasta una helisuperficie. En 2025 se va a hacer el traspaso de un hospital a otro. Coincide que este 2024 el hospital actual cumple 60 años. No solo se cierra una puerta y se abre otra, sino que la Gerencia actual pensó que había que hacer unos actos que conmemoren la vida de ese hospital. El fin es que el Virgen de la Luz se cierre con toda la dignidad del mundo y abrace a un nuevo hospital, que es la continuidad del anterior, mejorando las infraestructuras y ampliándolo para dar una mejor asistencia a la provincia.
¿Qué legado deja un hospital al que muchos conquenses siguen denominando 'La Residencia'?
Sí. Ocurre en muchos sitios porque así se fundó, como una residencia, que no estaba ni siquiera jerarquizada. Actualmente, es un hospital y ya entra en muchas personas lo de Hospital Virgen de la Luz, pero es verdad que, sobre todo, entre las personas mayores, muchos siguen refiriéndose como 'La Residencia'.
¿Y en cuanto al legado?
Deja un legado de esperanza y de futuro. No ha estado nunca quieto. No se hizo una residencia estática, sino que ha ido creciendo a lo largo de los años para ir ampliando la cartera de servicios e implementando con las nuevas tecnologías.
¿Qué supondrá el nuevo hospital?
Una gran mejora. Primero, porque va a haber más espacios, ya que se estaba quedando muy pequeño, y que se puede implementar con mas tecnologías. Se va a convertir, desde que empiece a funcionar, en uno de los hospitales más punteros porque va a disponer de tecnología de primera y está dentro siempre de la red de hospitales de Castilla-La Mancha.
Con su experiencia como médico de familia y exgerente el hospital. ¿Cómo calificaría la evolución del Virgen de la Luz?
Muy buena. Empezó como una residencia y terminó con un hospital que tiene profesional de primer nivel. Siempre ha tenido buenos profesionales, pero como he dicho ya en alguna ocasión se ha actuado de un modo más paternalista. Ahora es más puntero en cuanto a tecnologías y eso conlleva una mejora de la asistencia a los conquenses y a todos los que pasan por el hospital.
¿Cómo ve el relevo generacional?
Bastante bien porque este hospital, que en tiempos perdió un poco la docencia, ha vuelto a recuperarla y ahora mismo, aunque no sé el número exacto, tiene muchos residentes tanto de médicos de familia como de otras especialidades como anestesia, cirugía, laboratorio, etc. Son profesionales sanitarios que está dando relevo, bastante buenos, que están sabiendo transmitir en plan docente a los nuevos pupilos los valores de la medicina y la actividad sanitaria.
¿Los conquenses pueden estar satisfechos del Virgen de la Luz?
Sin duda. Pueden estar satisfechos y orgullosos, porque es un hospital reconocido. Veo que algunos servicios están recibiendo premios, que se publican estudios en revistas de impacto médico y que se reconoce su labor en congresos. Es un hospital que está muy vivo. Cuenca tiene que estar orgullosa de este hospital, que en el futuro va a mantener el mismo espíritu, pero en otro edificio distinto.