Los números arrojados por la Justicia conquense, trimestre tras trimestre, hacían presagiar que el panorama al final de 2024 no iba a variar mucho con respecto al año anterior, cuando sufrió un duro golpe en su funcionamiento con las huelgas de la primera mitad del año, primero de los letrados judiciales y después de los funcionarios de los cuerpos generales.
Un año y medio después, el colapso judicial no solo persiste, sino que, incluso, se incrementa, con cifras nunca vistas de asuntos pendientes al cierre de 2024, a pesar del esfuerzo de los distintos órganos judiciales, que han mejorado considerablemente en el último año sus números, tanto en asuntos resueltos como en sentencias y autos.
Y es que los juzgados conquenses han llegado al 31 de diciembre con la cifra récord de 21.508 asuntos en trámite, lo que supone una media por órgano judicial de 1.265 y un incremento interanual del 17,1%, según el último informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) correspondiente a 2024.
- Foto: Elaboración propiaLlaman especialmente la atención los 12.044 asuntos por resolver en la Jurisdicción de lo Civil, que han aumentado en un 25,3%, y los 8.001 de lo Penal, un 9,6% más que hace un año, mientras que el incremento interanual del 16,5% en lo Contencioso-Administrativo es poco significativo si se tiene en cuenta que estamos hablando de 205 asuntos pendientes, o el ligero descenso del 1,7% en lo Social, hasta los 1.258.
Una situación delicada a la que han contribuido, sin duda, los 23.641 asuntos ingresados a lo largo del año, un 11% más que en 2023, a pesar de que se han resuelto un 14,3% más, hasta alcanzar los 20.294, y aumentar tanto la emisión de sentencias como de autos, un 34,4 y un 6,3%, respectivamente.
Atasco. Con este escenario, no es de extrañar que la tasa de pendencia (asuntos pendientes al final del año en relación con los resueltos) haya crecido a 1,06, todo un nivel de récord. Y, en consecuencia, haya seguido la misma línea la tasa de congestión con una cifra nunca vista de 2,07, una décima más de la ya histórica de 2,06 un año antes.
- Foto: Elaboración propiaPero lo más llamativo es que se llega a este punto, a pesar de que los órganos judiciales han incrementado su actividad en este periodo, lo que se refleja en una mayor tasa de resolución, que se ha situado en el 0,95, muy cerca del 1, que marca el momento en el que se resuelven tantos asuntos como se ingresan; sin olvidar la subida de la tasa de sentencia hasta el 0,29, con la que se regresa a cifras de antes de las huelgas, en 2020 y 2021.
Una coyuntura a la que han contribuido en gran medida los juzgados de los partidos judiciales de Motilla, San Clemente y Tarancón, en este orden.
Y es que las bajas tasas de pendencia y congestión de los juzgados de la capital, con 0,67 y 1,69, no pueden contrarrestar el atasco que sufren tanto los órganos de Motilla, con cifras de 2,16 y 3,16, respectivamente, como los de San Clemente, con 1,7 y 2,69; sin olvidar el 1,61 y el 2,6 de Tarancón.
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Con estos números, tampoco es una sorpresa señalar que la situación de la Justicia conquense es la peor de la región, hasta el punto de liderar las tasas de pendencia y congestión, a la vez que registra las menores tasas de resolución y sentencia.