Las aves, con su vuelo libre y su presencia discreta en el entorno, son un reflejo de la belleza natural que a menudo pasa desapercibida. Cada especie aporta su propio color, sonido y movimiento, mejorando el paisaje con su serenidad. Observarlas invita a detenerse y valorar los pequeños detalles que componen la armonía de la naturaleza, despertando quien observa un sentido profundo de conexión y asombro por el mundo que le rodea.
En este contexto, la sala temporal de exposiciones de Casa Parada acoge hasta el día 28 la muestra Pájaros Ibéricos, una exposición compuesta por una treintena de obras pictóricas realizadas en pastel por Petra Corpa, artista autodidacta. Las obras que conforman esta exposición están inspiradas en las aves que habitan en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid, y se basan en el trabajo de Javier García, yerno de la artista y autor del libro Guía de aves del Gómez Ulla. La exposición es fruto de una colaboración entre ambos artistas, quienes son originarios de Tarancón pero residen en Aranjuez, y se ha llevado a cabo gracias a la propuesta del escritor al Consistorio y a la responsable de Casa Parada, Mari Cruz Rodríguez.
La muestra fue inaugurada con la presencia de los concejales de Cultura y Turismo, Raúl Añover, y de Participación Ciudadana y Comunicación, Riánsares López. García explicó que «la idea de la guía surgió mientras me encontraba ingresado en el hospital». Su amor por las aves y la observación de las especies que habitan en las zonas cercanas le llevaron a crear una guía que, además de ser una herramienta de identificación de aves, también tiene un enfoque literario y cultural. «No quería hacer una guía científica al uso, sino una más personal, con un toque de literatura y poesía que reflejara mis experiencias», comentó.
El proyecto cuenta con la colaboración de Corpa, quien, aunque aficionada, ha dado vida a los dibujos que acompañan la guía. «Le encargué los dibujos a mi suegra, y desde ahí surgió la idea de esta exposición de estas 30 especies, muchas de ellas encontradas también en la zona de Tarancón», destacó García. Entre las especies ilustradas se encuentran aves comunes como el mochuelo, el halcón peregrino o la abubilla, algunas de ellas protegidas y otras de difícil avistamiento. Como curiosidad, la exposición incluye especies menos frecuentes como la lechuza o el abejaruco, que fueron incluidas más por el gusto personal del autor que por su presencia en la zona.
A su vez, García expresó su deseo de que «la obra continúe su recorrido por otros lugares, como centros educativos», para dar a conocer la fauna local y el trabajo artístico que nace de la observación y el amor por la naturaleza.