Todo evoluciona y el coronavirus no es una excepción. De hecho, desde la pandemia en el 2020 hasta la actualidad, el Covid-19 ha pasado de tener una incidencia desorbitada en la población y una elevada mortandad a una presencia mucho más normalizada, a semejanza de cualquier otra enfermedad infecciosa aguda, como la gripe, especialmente por la generalización de la vacunación contra este virus.
Cinco años de convivencia con el SARS-CoV-2 que ha llevado consigo una transformación en su atención sanitaria, que se ha visto reflejada, por ejemplo, en la actividad de la Consulta de Covid Persistente, abierta en la tercera planta del Policlínico en marzo de 2022 y gestionada por el Servicio de Medicina Interna del Hospital Virgen de la Luz.
De hecho, el número de nuevos pacientes en esta consulta especializada ha ido experimentando una caída considerable año tras año, hasta el punto de que se ha pasado de los 34 de 2022 y los 15 de 2023 a los seis de 2024 y los actuales cuatro, según los datos facilitados a La Tribuna por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).

Atención integral. Y es que, tal y como explica el director de Procesos Transversales de la Gerencia de Atención Integrada de Cuenca (GAI), Enrique Prada, ante este tipo de pacientes con una elevada variedad de sintomatologías, «se ha evolucionado hacia una atención integral o transversal».
De ahí, que, según precisa, «después de que en la Consulta de Covid Persistente se diagnostiquen los distintos síntomas que padece el paciente, se le deriva, mediante un parte de interconsulta, al especialista correspondiente para ser tratado y, por lo tanto, pasa a depender de otros servicios».
Pero, a su juicio, el factor más determinante en esta caída de pacientes de Covid persistente ha sido, sin lugar a dudas, la vacunación contra el coronavirus.
No en vano, subraya que «la vacuna no solo previene la infección por Covid, sino que, además de frenar los síntomas graves de esta infección, también reduce la posibilidad de tener Covid persistente».
Es por ello que considera crucial que los ciudadanos se vacunen contra el SARS-CoV-2, puesto que los beneficios son más que evidentes.
En definitiva, vacunación y atención integral se han convertido en las herramientas perfectas para combatir el Covid persistente.