La convocatoria de los MIR (Médico Interno Residente) de este año ha registrado su peor dato de la historia al quedar vacantes en el país 473 plazas, en su mayoría (459) en Medicina Familiar y Comunitaria (Atención Primaria), dos en Medicina de Trabajo y 12 en Medicina Preventiva y Salud Pública, lo que, sin duda, ha trastocado al Ministerio de Sanidad, que se ha visto obligado a abrir una convocatoria extraordinaria desde este lunes y hasta el miércoles en busca de cubrir el máximo número de plazas. 

Una 'crisis' del sistema MIR que ha pasado de largo por Cuenca, que sí ha cubierto sus 21 plazas ofertadas –una más que en 2023–, pero no de la región, que, en contra de lo que viene ocurriendo en los últimos años, ha visto cómo han quedado vacantes 14 plazas (10 en Medicina Familiar y Comunitaria y cuatro en Preventiva) en las provincias de Albacete, Ciudad Real y Toledo. 

Cuenca ha salido indemne de este 'desastre' y ha cubierto las 21 plazas ofertadas en Radiología (2), Optalmología (1), obstetricia y Ginecología (1), Medicina Preventiva y Salud Pública (1), Medicina Interna (2), Medicina Intensiva (1), Medicina Familiar y Comunitaria (9), Medicina del Trabajo (1), Cirugía Ortopédica y Traumatología (1), Aparato Digestivo (1) y Anestesiología y Reanimación (1).

- Foto: Elaboración propia.

Valoración. Algo que desde el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Cuenca (Icomcu), su presidente, Carlos Molina, no duda en valorar muy positivamente, al tiempo que lo califica de «una buena noticia» para Cuenca, aunque puntualiza que esto no se queda aquí.

Y es que, tal y como explica a La Tribuna, ahora falta que estos 21 nuevos médicos ocupen finalmente su plaza para comenzar su formación el próximo 7 de mayo y no ocurra como el año pasado cuando al final se dieron de baja dos residentes, a pesar de que uno de ellos, incluso, se había dado de alta en el Colegio de Médicos conquense, a los que más tarde se han sumado otros dos que han dejado la especialidad por diversos motivos.

Al respecto, llama la atención sobre el hecho de que algunas de las plazas de MIR de este año se han cubierto con los últimos números de los convocantes, lo que acrecienta el temor a una posible renuncia, si bien espera que esto no ocurra.

- Foto: Elaboración propia.

Es importante, a su juicio, que estos nuevos médicos se incorporen a sus respectivas unidades docentes y «ayuden a mejorar la sanidad en Cuenca para que sea mejor de lo que es», subraya.

Colegiación. Para ello, estos residentes, según explica Molina, además de contactar con su unidad docente correspondiente antes de incorporarse, deben de darse de alta en el Colegio de Médicos de Cuenca. Algo que hasta ahora, por cierto, sólo han efectuado nueve de ellos, tal y como confirma a este periódico el presidente del órgano colegial.

Colegiación que, en palabras de Molina, es preceptiva para trabajar como residente en Cuenca, ya que la ley les obliga a estar colegiados en el territorio donde tienen su trabajo principal, que, en este caso, es precisamente la residencia. Y es que «estos nuevos médicos no pueden, también por ley, tener otro trabajo, más allá de su formación como residentes», precisa.

"Más plazas, mejor". Para el presidente del Colegio conquense, las plazas de los MIR son importantes para una provincia como Cuenca, que no tiene Facultad de Medicina ni capacidad para generar todos los residentes que se necesitarían para cubrir todas las bajas generadas por jubilación. 

De ahí que abogue por incrementar la oferta de plazas de MIR para que se pueda formar a más médicos en Cuenca, si bien considera que para ello sería necesario implementar una «discrimación positiva hacia la provincia» con el fin de hacerla más atractiva para los nuevos facultativos.

Lo tiene claro y asegura que «cuantas más plazas de MIR se oferten en Cuenca, mucho mejor», si bien es consciente de que es  «una cuestión compleja».

Echa de menos la oferta de plazas en Cardiología, Neumología y otras especialidades implantadas en Cuenca, pero apunta que eso requiere de la creación tanto de unidades docentes en los distintos servicios como de tutores que formen a los residentes.

Como consecuencia, aboga por mejorar sus condiciones para hacer más atractiva esta función para los médicos. En todo caso, cree que la Administración es quien debe ponerse a ello y «el Colegio estará a su lado apoyando en lo necesario».