La cuarta edición del Festival de Otoño de Cuenca echó el cierre este fin de semana con buen sabor de boca pese a que la meteorología obligó a cambiar de planes en varias ocasiones. Es el balance, en grandes líneas, de un evento que es fiel a su cita de otoño y que llena las calles de diversión.
Cuando aún resuenan los ecos de esta edición, Inmaculada López, organizadora del festival y gerente de Voicce, asegura que el festival «ha sido muy positivo». En concreto, subraya, de manera especial, «la gran afluencia de gente en todas las actividades. El festival tenía 80 actuaciones programadas y contó con la participación de unos 200 artistas. «Ha habido más gente que otros años y el 'feedback' de la gente de Cuenca es que este año han sido actuaciones espectaculares, muy bonitas y para todos los gustos».
López destaca el apoyo de los artistas que se han sumado al festival conquense, así como de las empresas de los equipos de sonido de una edición en la que también se muestra muy satisfecha por el trabajo realizado. «Hemos trabajado muy bien este año, creo que de los mejores, si no el mejor».
La organizadora tiene muy claro cuando se le pregunta con qué se quedaría de este intenso mes y responde, sin dudar, que «con el público y con los artistas, ya que ha sido muy gratificante trabajar con gente de Cuenca, porque todos apoyan las actuaciones». En alusión al público, incide en que estaba «muy pendiente de las actividades que estábamos haciendo». Es un ejemplo que ratifica que después de cuatro ediciones, el Festival de Otoño ya forma parte de la vida cultural de la ciudad. «Es como que ya se ha consolidado y la gente cuenta con ello», apunta López.
La meteorología durante octubre ha traído de cabeza, «un poco», a la organización. De hecho, la lluvia empañó bastante el último fin de semana de Festival de Otoño, ya que obligó a cancelar cinco de los conciertos previstos. A pesar de las inclemencias, «los artistas y grupos nos han transmitido que no les importaría repetir».
Ahora llega el momento de ponerse a pensar en la próxima edición, después de la gestión «complicada y compleja» este mes. Ya sin los focos y con los escenarios desmontados, López baraja nuevas ideas tras un mes intenso, «con muchas cosas a la vez y en vilo por la meteorología».