La Asociación de Profesores de Francés de Cuenca lleva casi cuatro décadas trabajando en la difusión y afianzamiento del idioma en la ciudad y provincia. A pesar de los desafíos que afronta la enseñanza de este lenguaje en el país, la asociación sigue en pie con iniciativas que buscan fomentar el interés de los estudiantes y de la comunidad en general. Entre ellas, promueve esta semana la Semana Cultural Francófona, que este año alcanza su trigesimoséptima edición.
Desde el inicio, el objetivo ha sido claro: «Difundir y afianzar la enseñanza del francés en Cuenca», explica Gabriel Moreno, presidente de la asociación. Ahora, más que nunca, deben cumplir con ese cometido porque el francés enfrenta tiempos difíciles en las aulas españolas. «En general, va a menos», admite Moreno. «El inglés es la lengua extranjera por excelencia, y el segundo idioma queda relegado a un bloque de materias optativas de distintos sectorres, compitiendo con asignaturas que, para muchos estudiantes, pueden resultar más atractivas y menos exigentes». Sin embargo, la asociación sigue en la lucha. «Nos gustaría que, como en otros países de la Unión Europea, se reforzara el segundo idioma».
Aprender francés no es una tarea imposible, pero tiene sus desafíos. «Su pronunciación es complicada, pero la coincidencia léxica con el español es alta, entre un 75 y un 80 por ciento», explica Moreno, que ejerce como profesor en el IES Alfonso VIII. «Al ser una lengua latina, hay facilidades, aunque a medida que se avanza, surgen dificultades». En la actualidad, la asociación cuenta con una treintena de miembros activos, siendo además en la única organización de este tipo en Castilla-La Mancha.
Gabriel se siente muy bien rodeado en este colectivo. Sin ir más lejos, Julián Serrano, jubilado desde hace dos años, recuerda su paso por la Facultad de Educación y la presidencia de la asociación está al piel del cañón. Este docente incide en que «desde la publicación de la Lomloe, la situación de las segundas lenguas extranjeras se ha debilitado», explica. «El Estado ha delegado en las comunidades autónomas la decisión de fortalecerlas o no, y en Castilla-La Mancha no hemos tenido esa suerte». En contraste, «Murcia y Aragón han hecho obligatoria la segunda lengua extranjera en el último ciclo de primaria y en el primer ciclo de secundaria». Sin embargo, «aquí, el francés es una más entre muchas optativas», lamenta Serrano. La solución pasa por «hacer obligatorio estudiar un segundo idioma y elegir entre distintos idiomas».
Resistencia lingüística - Foto: Reyes MartínezMaría José Yuste, docente de francés en el IES Santiago Grisolía, comparte la preocupación de sus compañeros de profesión. «Me he encontrado la materia bastante perjudicada», admite. «Ahora mismo tengo solo 53 alumnos desde primero a cuarto de ESO. En mi instituto anterior, en Priego, llegué a tener hasta segundo de Bachillerato». La clave para mantener la asignatura viva, según Yuste, es la motivación adicional. «Tenemos que hacer un esfuerzo extra para que los alumnos elijan francés. Organizamos viajes a París y actividades dinámicas, pero la competencia con otras optativas es dura».
El problema radica en la percepción de que «una sola lengua extranjera es suficiente». «No podemos construir una Europa diversa promoviendo solo el inglés», señala Serrano. «Si en otros países estudian español como segunda lengua, aquí deberíamos fomentar también la diversidad lingüística». La asociación trabaja tanto a nivel regional como nacional, en colaboración con la Federación Española de Asociaciones de Profesores de Francés y otras entidades similares de docentes de alemán e italiano.
A pesar de los obstáculos, este colectivo sigue luchando. «Es una labor de resistencia», concluye Moreno. «Seguimos aquí, promoviendo la lengua y la cultura francófona, porque creemos en su importancia y en su futuro», sentencia.