Las encajeras preparan sus alfileres y almohadillas

Álvaro Fernández
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El XIII Encuentro Regional de Bolillos espera la visita de más de 1.000 personas para mantener muy viva una tradición y técnica que perduran desde hace siglos

Integrantes de la asociación ‘Arco de la Malena’ durante una jornada de labores de encaje de bolillos. - Foto: P.D.

Si hablamos de mundillos, de picados o de bobinas, la mayor parte de la sociedad no sería capaz de asociarlos en un mismo ámbito, pero estos tres conceptos tienen mucho que ver entre sí y, además, forman parte de una tradición y una técnica con muchos siglos de tradición y que, parece, está volviendo a obtener protagonismo. 

El encaje de bolillos combina tradición y arte y, desde hace años, Tarancón es testigo de uno de los encuentros de esta modalidad que más gente reúne de la Castilla-La Mancha y casi de España.

Este encuentro está organizado por la Asociación Arco de la Malena, donde su presidenta y fundadora, Pilar Díaz, una eminencia del hilo y la bobina y una taranconera «de pura estirpe», destaca la magnitud de algo que «empezó en el salón de mi casa con tres o cuatro vecinas y este año se esperan a 700 encajeras acompañándonos».

Díaz lleva desde los diez años encajando bolillos y más de 30 enseñando a las nuevas generaciones una técnica «con mucha historia» y que realiza de forma altruista para que la tradición no se pierda.

Este año será la decimotercera edición del Encuentro Regional, en el cual, el Ayuntamiento colabora de manera «inestimable», según la presidenta, y en el que se montarán 30 puestos para la muestra y venta de los bolillos, las varillas y los materiales necesarios de esta tradición. «Todas las componentes de la asociación hacen unas labores estupendas. Nosotras aportamos un picado y una almohadilla para hacer una demostración, pero lo que pretendemos es enseñar todo lo relacionado con el encaje y compartir algunos trucos», explica. 

La asociación Arco de la Malena cuenta con 70 mujeres, todas ellas 'alumnas' en algún momento de Pilar Díaz, pero encantadas con la labor que hace por ellas y por el pueblo. Mari Carmen Loeches es una de las encargadas de organizar el encuentro, sobre todo, en tema de ubicación de los puestos donde se colocan los comercios. «En el mes de enero ya me llamaba gente para reservar un puesto y yo abro la lista en el mes de agosto. Cada año aumenta el número de gente que acude aquí y el Pabellón de Ferias ya se nos queda pequeño», explica.

Un encuentro este que, desde luego, no sería posible sin la dedicación de su presidenta, para la que todas las integrantes no tienen más que buenas palabras. «Para nosotras, Pilar es todo, es nuestra mentora y sin ella no hubiéramos aprendido todo lo que sabemos. Tiene más fortaleza y energía que todas nosotras juntas», asegura Loeches, que está segura de que este próximo fin de semana recibirán la visita de más de 1.000 personas.