Último arreón

Manu Reina
-

El San José Obrero tiene que pelear de lo lindo para sellar su permanencia, pero «si ganamos los cuatro de casa, matemáticamente es imposible que no nos salvemos»

Último arreón - Foto: Casandra Culebras

El CD San José Obrero afronta la recta final de la temporada con la presión de sellar su permanencia en el Grupo I de Primera Autonómica Preferente. Con siete jornadas por disputarse, el equipo se sitúa en la decimotercera posición con 28 puntos (siete victorias, siete empates y 13 derrotas), apenas un escalón por encima del descenso debido al arrastre de Illescas. La batalla por la salvación está en su punto álgido, y cada partido será una final para los de Adrián Algarra.

El técnico, consciente de la situación, hace un análisis honesto de la campaña. «A día de hoy no es malo, pero creo que podía ser mejor. Hemos empezado tarde a sacar los puntos, a ser el equipo que queríamos ser, sobre todo siendo sólidos». Es «lógico porque el equipo es muy joven, una plantilla nueva, entrenador nuevo, y hasta que nos hemos adaptado unos y otros ha costado».

El rendimiento del equipo ha ido de menos a más, con una notable mejoría en la segunda mitad del campeonato. «El balance de la primera mitad es regular. El balance de la segunda mitad de la temporada hasta día de hoy es bueno». Ahora, el San José Obrero no puede permitirse la más mínima relajación. La diferencia con el descenso es mínima y el margen de error inexistente. «No puede haber relajación porque estamos a dos puntos de ese arrastre, porque bajan cinco, y necesitamos seguir con la buena dinámica de resultados, quitando estas dos últimas jornadas contra dos gallitos de la categoría», subraya Algarra.

La clave de la mejoría en los últimos meses radica en la actitud del equipo. «Entre otras cosas, ha sido el gran compromiso y las ganas de querer mejorar que han tenido todos los jugadores». La gente tiene «amor al San José Obrero y, aun viendo que todo se ponía en contra, no se han dejado llevar». Además, el crecimiento individual y colectivo ha sido evidente. «Muchos jugadores eran muy jóvenes, no llevaban más de 15, 20 o 30 partidos en la categoría. La experiencia de haber cogido minutos en las primeras jornadas ha servido para que nos demos cuenta de cómo hay que afrontar los partidos».

Obispo Laplana. El Obispo Laplana será un factor clave en la lucha por la permanencia. «A día de hoy quedan cuatro partidos en casa y tres fuera. Si ganamos los cuatro de casa, matemáticamente es imposible que no nos salvemos», asegura el entrenador. No obstante, fuera de casa también deberán sumar. «Nosotros afrontamos los partidos de la misma manera, independientemente de si jugamos en casa o fuera. Hasta hace poco llevábamos más puntos como visitantes, pero hemos sabido hacernos fuertes en casa, sobre todo contra los equipos de nuestra liga».

La competitividad de la categoría ha aumentado notablemente, y el cambio de grupo ha supuesto un reto adicional para el equipo conquense. «Este año el hándicap ha sido el cambio de grupo. Nos toca el de los equipos de Albacete y Ciudad Real, que tienen más historia y jugadores con experiencia en Tercera División. Si hubiéramos estado en el otro grupo, creo que llevaríamos 10, 12 o 15 puntos más fácilmente», admite Algarra.

En esta recta final, el apoyo de la afición será fundamental. «Día del club, viene el líder. ¿Qué mejor partido para dar un golpe en la mesa, ganar y apoyar al equipo que este domingo?», lanza como desafío el técnico. El San José Obrero encara la batalla definitiva con determinación, sabiendo que cada jornada será una prueba de fuego para lograr el ansiado objetivo de la permanencia. Los rojillos reciben este domingo (12 horas) a la AD San Clemente en el Obispo Laplana.