La conmemoración del Día Internacional de la Mujer tiene un significado profundo y especial cada año para la asociación Hispano-Rumana de la provincia de Cuenca, que ha organizado diversas actividades en colaboración con el Ayuntamiento, la Diputación de Cuenca y otras entidades. Un aspecto relevante de este evento es la participación activa de mujeres inmigrantes, particularmente las de origen rumano, quienes enfrentan mayores dificultades para integrarse plenamente en la sociedad española debido a barreras lingüísticas y culturales. En un día tan importante como el 8-M, se subraya la importancia de reconocer y valorar a todas las mujeres, independientemente de su nacionalidad.
El ciclo de actividades comenzó en la tarde de ayer en la Ecotienda de la localidad, un establecimiento dirigido por una emprendedora de origen rumano, donde se celebró una charla sobre salud y alimentación de la mujer. La conferencia, impartida por el nutricionista especialista Diego Sánchez, se centró en aspectos clave de la salud femenina. La charla fue un punto de encuentro donde se abordaron diversas cuestiones de salud. A la charla asistieron casi una veintena de personas, incluidas las concejalas de Participación Ciudadana, Riánsares López, y de Educación y Políticas Inclusivas, Raquel Benavente.
Violeta Vartic, presidenta de la asociación, destacó que las actividades programadas «tienen como objetivo la inclusión de las mujeres en la sociedad, sin importar su nacionalidad». Además, remarcó la relevancia de estos actos en el contexto de la celebración del Día de la Madre en Rumanía, que coincide con el 8M, reforzando así la relación cultural entre ambos países. «La igualdad en la sociedad la construimos todas», señaló Vartic, subrayando que «cada actividad es una oportunidad para dar visibilidad a las mujeres de todos los orígenes y reconocer su esfuerzo diario».
El programa de actividades continuará durante toda la semana, con la participación del colectivo en diversos actos organizados por el Centro de la Mujer, empezando por la lectura del Manifiesto Institucional de hoy por parte de las autoridades locales, y por la tarde, la Asociación participará en la exposición de bolillos organizada por la Asociación Arco de la Malena.
Vartic destacó que «las actividades en Tarancón se realizan gracias al apoyo del Ayuntamiento y a las subvenciones que recibimos», lo cual permite a la asociación continuar con su labor de integración social y laboral, y asesoramiento y formación de todos los miembros que forman la comunidad rumana a lo largo de toda la provincia.
El Martisor y la llegada de la primavera
Continuando con el programa de actividades, la comunidad rumana celebró a finales del mes pasado la fiesta del Martisor, una tradición profundamente arraigada, que simboliza el renacer de la naturaleza y la llegada de la primavera. Consiste en el intercambio de un pequeño amuleto compuesto por un hilo blanco y rojo, que representa la lucha contra la adversidad y el renacimiento. El rojo simboliza la vida y la supervivencia, mientras que el blanco representa el invierno que acaba. Esta es una costumbre muy significativa, ya que marca el inicio del año agrícola y se asocia con la belleza y el amor, siendo un regalo para mujeres, madres y niños, y además está reconocida como patrimonio cultural inmaterial.
La asociación Hispano-Rumana celebró el Martisor con un taller de manualidades intercultural en Tarancón, realizado a finales de febrero. En el taller, participaron 14 niños del curso de idioma rumano, quienes confeccionaron estos amuletos tradicionales. Violeta Vartic destacó la importancia de preservar estas tradiciones y compartirlas con la comunidad local. «El Martisor es un símbolo de nuestra cultura, y con estas actividades buscamos mantener vivas nuestras raíces y fomentar la integración». Además de aprender sobre el significado del Martisor, los niños dieron la bienvenida a la primavera, celebrando así la conexión entre su herencia y la comunidad en la que viven.