Después de la tempestad, viene la calma. Al menos, eso ocurre en muchas ocasiones. El Rebi Cuenca puede pensar eso mismo tras sumar una valiosa y trascendental victoria en Puerto Sagunto (28-33) que le permite aventajar en tres puntos a su inmediato perseguidor, el Cangas de Morrazo. El cuadro dirigido por Lidio Jiménez, que pelea por evitar el puesto de promoción de descenso, toma oxígeno y ahora mismo está «contento porque dependemos de nosotros mismos». Tan solo queda rematar la faena y así poder empezar a olvidar una campaña bastante complicada y repleta de obstáculos.
El técnico conquense valora el triunfo en una cancha «muy complicada», como es la de Sagunto, colista y equipo ya descendido, pero que ha sudado la camiseta y así sigue en cada jornada. Tiene un gran valor la victoria porque «fuimos capaces de sacar adelante el partido, teniendo en cuenta que teníamos mucha presión». Y es que «todos contábamos que teníamos que ganar sí o sí el encuentro, y eso no ayudaba». El margen de error era nulo porque había que aprovechar los duelos complicados que asumía el Cangas, que cayó derrotado ante el Barcelona. Pero los jugadores mostraron una «gran responsabilida» y se pudo ganar finalmente con «solvencia».
La situación del Rebi Cuenca es más favorable que hace unas semanas. No es para tirar cohetes, pero sí que afronta las dos últimas jornadas ligueras con tres puntos más el golaverage con respecto al Cangas, siendo conscientes de que tan solo tienen que sumar uno más en las dos fechas que restan para certificar la salvación en la categoría. Incluso podría darse un final feliz con una derrota en el siguiente partido, siempre y cuando el conjunto gallego no consiga la victoria en su enfrentamiento liguero en Cantabria ante el BM Torrelavega.
Parón. Los conquenses, que esta semana no jugarán por el parón de la competición debido a los compromisos nacionales, no pierden de vista el duelo del día 18 de mayo (18 horas) a domicilio ante el BM Nava. Lidio Jiménez insiste en que «tenemos que ir a ganar para asegurar ya mismo la permanencia». Sin especular lo más mínimo. Al fin y al cabo, el equipo quiere alcanzar la tranquilidad cuanto antes. En caso de que no se den los resultados esperados, el Rebi Cuenca tendría que acudir a la última jornada para sellar la salvación. Esa fecha tampoco será sencilla porque reciben en El Sargal al Bidasoa Irún, segundo clasificado.
La plantilla, excepto los internacionales, trabajan para llegar a la cita en Segovia ante el BM Nava en las mejores condiciones físicas posibles. La semana que viene se reincorporarán el resto y juntos tratarán de sumar, como mínimo, el punto que falta para sellar la permanencia. Lidio Jiménez avisa que el encuentro «será muy difícil ante un pabellón lleno y un equipo fuerte, que cuenta con jugadores veteranos que han lidiado en muchas batallas». Además, el cuadro segoviano «querrá ganar en su último partido de liga en casa». No queda otra que «intentar que eso no pase».
El entrenador conquense, que espera contar con todos sus efectivos excepto los lesionados de larga duración, ensalza que «tenemos un gran equipo como para poder ganar en Segovia y firmar ya la permanencia» y destaca que «tenemos que defender y atacar muy bien para poder lograrlo, siendo necesario hacer un partido muy bueno y serio». La salvación está muy cerca y el cuadro capitalino lo tiene en su mano.