Las navidades constituyen, sin duda, uno de los momentos más fuertes, junto a la temporada veraniega, para la hostelería y, a tenor de las previsiones del sector conquense, las de este año no van a ser menos.

El optimismo parece reinar entre los empresarios del sector, a pesar de la incertidumbre reinante en la economía por la inflación y la subida de tipos de interés, sobre todo, tras comprobar la demanda pujante para esas fechas, cuando aún queda un mes.

Desde la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca (APHT), su secretario, Diego López, no duda en hablar de buenas expectativas de negocio, «más o menos similares a las de las pasadas navidades», si bien apunta «la persistencia de la inflación después de un año» como un hándicap que debe afrontar el hostelero y que «a buen seguro le va a suponer un auténtico quebradero de cabeza, sobre todo, a la hora de confeccionar los menús de Navidad».

Y es que, tal y como precisa, «el hostelero siempre intenta hacer el mejor menú al mejor precio y eso lleva su tiempo, además de complicado con estos mayores costes». 

Los conquenses son cada vez más tempraneros a la hora de reservar mesa para la comida o cena de Navidad, hasta el punto de que en octubre ya comienzan a cerrarse, sobre todo, en opinión de López, porque este tipo de celebraciones son cada vez más numerosas, lo que está llevando a programarlas desde finales de noviembre.

Algo en lo que coincide el propietario del restaurante 'La Venta', de la capital, Manuel Moya, quien, en su caso, los clientes han llegado al extremo de comenzar a reservar a finales de septiembre. De hecho, tal está siendo la demanda que «a estas alturas, casi tenemos todo lleno».

Menús de Navidad. Una gran mayoría de los restaurantes de la ciudad están optando por ofrecer en estas fechas  uno o varios menús especiales, como es el caso del restaurante 'Casa de la Sirena', regentado por el chef Jesús Segura, quien han confeccionado dos, uno de 50 euros y otro de 70, con el objeto de ampliar el abanico y, de esta manera, posibilitar que los comensales tengan donde elegir, «máxime en la actual situación de incertidumbre económica, que está haciendo que la gente mire más los precios». Aún así las perspectivas son buenas, dice Segura, quien no duda en animar a salir y consumir, «porque son fechas para compartir».

Las cenas están predominando sobre las comidas y los fines de semana, especialmente viernes y sábados, son los momentos elegidos para estas celebraciones, aunque cada vez más se esté ampliando a entresemana. De ahí que López precise que el grueso de estos eventos se va a concentrar el fin de semana anterior a Nochebuena.

Y, de nuevo, el sector tiene claro que tendrá problemas de mano de obra para reforzar sus plantillas, aunque «al final lo conseguirá», concluye.