Cada paseo por Cuenca es una experiencia nueva gracias a los rincones tan singulares, bonitos e inéditos que esconde. Es un lugar que enamora a cualquier visitante y no hay nadie que no quiera regresar tras su paso por esta bella ciudad. De hecho, no es difícil encontrarse cada día a distintos grupos de viajeros que recorren las calles empedradas, con el objetivo de conocer y descubrir este enclave. Es el momento de ponerse en marcha y aprovechar cualquier fin de semana para conocer esta tierra única.

Estás de suerte. Y es que Cuenca es un destino multidisciplinar donde encontrarás todo aquello que andas buscando porque se trata de una capital que aúna historia, patrimonio, cultura, museos, gastronomía, deporte e, incluso, es una ciudad que ejerce de escenario de infinidad de congresos y eventos. Para más inri, el visitante tiene todo al alcance de la mano y el viaje se convierte en una auténtica pasada, y si no, que se lo pregunten a los millones de personas que ya han disfrutado de sus bondades turísticas. 

La visita la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996, tiene distintas paradas que uno debe de tener en cuenta, más allá de pasear por sus escondidos y secretos callejones y callejuelas. La primera de ellas nos lleva a descubrir la maravillosa Catedral, que supervisa la vida social de la bella Plaza Mayor. Es el principal reclamo turístico de la ciudad. Este templo, que fue el primero de estilo gótico construido en España, posee una altura de 36 metros y una longitud de 120 metros. La singularidad de la Catedral y su historia sumerge al visitante en un mágico paseo por sus vidrieras abstractas. 

Un plan más que completo

De museo en museo. Cuenca es la ciudad con mayor número de museos en relación con el censo de población. La oferta es inigualable y el recorrido por cada uno de estos espacios culturales no dejará a nadie indiferente. Para empezar, la capital cuenta con el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, el tercero más visitado de la región. Este edificio, ubicado en un lugar mágico con vistas panorámicas a la ciudad, alberga fondos procedentes de las intervenciones paleontológicas en los yacimientos conquenses de Las Hoyas y Lo Hueco. Es una gran oportunidad de disfrutar de la historia de los dinosaurios, con distintas recreaciones de varios metros de altura, colecciones inéditas y vídeos inmersivos. 

También puedes visitar el Museo de las Ciencias, que tiene entre sus instalaciones permanentes un planetario, y el visitante puede completar un recorrido por la historia de la astronomía desde las primeras civilizaciones, usando personajes claves de la ciencia. Tampoco puedes obviar las bondades que ofrece el Museo de Arte Abstracto, situado en las Casas Colgadas, que exhibe de forma permanente una colección de pinturas y esculturas de artistas españoles de la generación abstracta de los años 50 y 60, que configuraron las tendencias más significativas del arte en España a mediados del siglo XX. Es un espacio cultural referente en el país.

La Fundación Antonio Pérez es otro de los lugares imprescindibles con obras de multitud de artistas nacionales e internacionales repartidas por más de 30 salas, con un largo recorrido por el informalismo y el arte pop. Desde Andy Warhol al propio Antonio Pérez, pasando por Canogar y Chillida, Millares y Equipo Crónica. Además, el viaje cultural por los museos tiene que acabar con una visita a la colección de Roberto Polo, que se encuentra en el Centro de Arte Moderno y Contemporánea de Castilla-La Mancha, concretamente en la antigua iglesia de Santa Cruz, que data del siglo XVI.

Un plan más que completo

Cuenca, conquistada por Alfonso VIII de Castilla en 1177, es un ejemplo excepcional de ciudad fortificada medieval que ha conservado su entorno original intacto, junto con excelentes ejemplos de arquitectura civil y religiosa del siglo XII al XVIII. Actualmente se diferencian tres conjuntos urbanos: el barrio alto, los barrios populares históricos y la zona de transición entre ambos. 

Hablar de Cuenca es hablar también de gastronomía. De hecho, el año pasado ostentó la Capitalidad Española de la Gastronomía, que es un título que habla por sí solo del buen hacer de los conquenses en los fogones. Por cierto, imagínense probar los mejores platos con las increíbles vistas panorámicas que ofrece la Hoz del Huécar. ¿A qué esperas? la cocina de esta tierra cautiva a cualquier paladar.

Buen comer. Otro argumento de peso es la larga lista de restaurantes conquenses que ofrecen un menú exquisito, tanto como para chuparse los dedos. El visitante tiene que probar, como mínimo, los deliciosos zarajos, el morteruelo, el ajoarriego, el alajú y el resolí, que son el alma máter de la comida conquense. Estas delicias culinarias atrapan a todo paladar y el comensal siempre se sienta de nuevo para volver a degustar estos manjares. El éxito de la cocina conquense se debe también al trabajo y apuesta que hacen los cocineros por el producto de la tierra. No lo pienses más y ponte en marcha porque Cuenca te está esperando en la mesa.

Un plan más que completo

¿Aún no estás convencido? Pues aún hay más. La naturaleza abraza a Cuenca y se funde con la ciudad, perfecto ejemplo de integración urbana en un medio natural singularmente atractivo. Las espectaculares hoces de los ríos Júcar y Huécar –refugio de numerosas especies de aves– esculpen el paisaje conformando un patrimonio natural que invita a ser explorado, especialmente si se viaja con niños. Una visita a Cuenca nos permite disfrutar, en pocos minutos de viaje, del Parque Natural de la Serranía y su entorno de alto valor como reserva de biodiversidad. Los monumentos naturales: Palancares y Tierra Muerta, Nacimiento del Río Cuervo, Hoz de Beteta... son otra visita imprescindible para el turista, que llega a Cuenca expectante y se va sin apenas tiempo para reponerse de todas las sorpresas que atesora una tierra diversa y generosa. La diversidad de fauna y flora, los bosques de pino silvestre, tilos y arces acompañan paseos y rutas para descubrir la Naturaleza. 

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En definitiva, la capital conquense te ofrece un plan completo al alcance de la mano, con infinidad de opciones y lugares de ensueño que tú mismo tienes que descubrir.