Comisiones Obreras de Cuenca quiere sumarse a las reacciones de condena ante las impresentables declaraciones del alcalde de Villar de Cañas, José María Saiz, y espera que su partido, el Partido Popular, tome medidas contundentes que envíen a la ciudadanía el mensaje apropiado: Que el machismo no tiene espacio en la política ni en las manifestaciones de quienes representan a la ciudadanía, sean cuales sean sus ideas.

La secretaria general de CCOO Cuenca, María José Mesas, ve "con profunda preocupación este tipo de actitudes retrógradas, machistas y gravemente insultantes hacia todas y cada una de las mujeres", y hacia toda la ciudadanía que día a día lucha por desterrar de nuestra sociedad cualquier manifestación machistas o intolerante hacia otra persona o colectivo.

"Desde CCOO Cuenca entendemos que no puede haber espacio ni público ni político para personas de este lamentable perfil", ha añadido. Es "intolerable" que en pleno siglo XXI haya que escuchar "mensajes tan fuera de lugar, manifestaciones trasnochadas que no pueden salir de alguien que dice asumir los principios de la convivencia y la democracia, principios donde también está la igualdad y la no discriminación".

La secretaria general de CCOO Cuenca considera que "ataques como éste a las mujeres y el cuestionamiento de sus responsabilidades obedecen a una mentalidad que por desgracia se mantiene a día de hoy, ataques que justifican aun más las políticas públicas de igualdad, políticas que buena parte de la clase política combate y cuestiona".

Cuando se acerca la conmemoración del 8 de Marzo, cuando hay una alarma general por conductas y expresiones como ésta que apuntan a los pasos atrás que podemos estar dando como sociedad en la lucha por la igualdad, reclamamos a los partidos políticos que exijan ejemplaridad a sus cargos y envíen a los ciudadanos y ciudadanas el mensaje correcto de tolerancia cero con el machismo. Manifestaciones como las que hemos tenido que escuchar son el caldo de cultivo de la legitimidad que todavía encuentran los machistas para mantener a las mujeres en un plano de subordinación respecto a los hombres, y causan un daño enorme al empeño colectivo de educar de una forma distinta a los y las jóvenes.