Estar tres meses encerrado durante una pandemia mundial puede ser muy productivo, tanto como para sacar tiempo para escribir una novela. Rubén Martínez comenzó con ello para mantener la mente ocupada y distraída y así, palabra tras palabra y capítulo a capítulo, ha llegado a publicar su segunda novela. Asuntos pendientes, en la que continúa con las aventuras del personaje protagonista de su primer trabajo, Álex, la pieza central de esta saga de novelas negras.
Rubén todavía no se explica cómo puede hablar de la que es su segunda novela. Este comercial de profesión jamás pensó que acabaría escribiendo dos libros y con vistas a poder publicar un tercero incluso. En Asuntos pendientes vuelven a aparecer los tres personajes principales de su primera novela, Las últimas ocho horas. En esta primera parte, el autor presenta la historia de Álex, un inspector de policía que se traslada a Madrid, su ciudad de nacimiento, y ahí comienza a trabajar en un caso relacionado con una secta. Con la ayuda de su compañera Amanda y el reencuentro de su amigo de la infancia, el 'rata', la vida de Álex se verá envuelta en una aventura policiaca.
La segunda parte de la historia llega por sorpresa, ya que según cuenta el escritor, «no pensaba publicar la primera, así que imagínate plantearme si quiera una segunda». Este trabajo es el fruto de mucho esfuerzo, ya que Rubén tiene trastorno por déficit de atención con hiperactividad, conocido como TDH. «Sin duda, esto es un gran bache a la hora de escribir porque me cuesta muchísimo concentrarme», asegura. Como anécdota, explica que «cuando paso mucho tiempo sin escribir tengo que volver a releerme varios capítulos para saber por dónde me había quedado y eso me entorpece mucho».
Asuntos Pendientes es una continuación de su primer trabajo, y por eso «ha sido difícil poder hilar la historia, ya que en mi cabeza todo acababa en el primer libro». Enlazando historias y destinos, este aficionado consigue volver a reunir a los tres personajes principales. «Esta vez el escenario que he escogido es Málaga, donde Álex y 'rata' se verán envueltos en una serie de líos. Todos ellos surgen del pasado del protagonista y su trabajo en la policía», dice. A pesar de no querer desvelar nada, Rubén adelanta que «Amanda también tiene una sorpresa para el inspector, una noticia que no se espera y que da un vuelco a la trama». Para finalizar, la guinda del pastel, «esta vez si que dejo el final más abierto, pues Álex encuentra algo del pasado de su hermano que deja nuevos misterios al descubierto y que el inspector se empeñará en investigar».
El autor agradece a su familia, amigos y desconocidos que «han aplaudido mi primer trabajo y eso me ha animado para ponerme manos a la obra para continuar esta historia». Apenas hace unos días que este segundo trabajo ha visto la luz, pero «las pocas personas que lo han leído han dicho que es incluso mejor que el primero», celebra el escritor.
Todavía no ha decidido si habrá una tercera parte o no la habrá, pero «tengo varias ideas, he ido dejando detalles en esta última para, en caso de animarme, poder ir tirando de esos hilos, pero la trama se complicaría mucho por lo que va a ser un reto llegar a unirlo todo». Por el momento agradece la buena acogida de estas dos primeras novelas, a las que invita a leer y releer y es que, según defiende, «todo tiene un por qué, cada detalle está pensado; ambas portadas tienen muchas referencias a la historia y me he tomado mi tiempo para que fuesen un guiño hacia la trama». Ahora solo queda leerlas para descubrir lo que esconden.