Vivir de alquiler cada vez es más difícil. La oferta del parque de viviendas es más reducida, los precios son más caros y la inflación que encarece el coste de la vida, en especial de los alimentos, obliga a muchas familias a sacar la calculadora para llegar a fin de mes. Una de las señales que permiten entender las dificultades a las que enfrentan los inquilinos es la situación económica convulsa reciente que tiene como indicador la morosidad.
En el caso de Cuenca, los inquilinos morosos dejaron a deber a sus arrendadores una media de 3.244 euros en 2023. Esto se traduce en una subida de un 0,32% por encima de la deuda registrada el año previo, según revela un estudio realizado por la Fundación Alquiler Seguro.
La morosidad media en 2023 en Castilla-La Mancha es de 5.115 euros y Cuenca es la que menos pagos pendientes acumulan los inquilinos que viven de alquiler.A la cabeza de la morosidad media en la región se sitúa Guadalara (6.700 euros), seguida de Toledo (5.649 euros), Albacete ( 4.461 euros), Ciudad Real (3.935 euros) y Cuenca (3.244 euros).
Por su cercanía, Toledo y Guadalajara son de las primeras ciudades en sufrir los efectos del mercado tensionado de Madrid. Por eso los precios aumentan conforme crecen los de la capital y, con ello, también la morosidad. En Toledo, por ejemplo, la morosidad aumento un 1,45 por ciento en 2023 y en Guadalajara un 1,60%. La subida de la morosidad en Ciudad Real fue del 0,40% y del 0,32% en Cuenca. Sólo en Albacete bajó la morosidad, en este caso un 0,57%.
La situación de Cuenca, pese a que es una provincia con una población que roza los 200.000 habitantes, es muy similar a la que afecta a la mayoría de las repartidas a lo largo y ancho del territorio nacional. De hecho, los inquilinos morosos dejaron a deber en España a sus arrendadores una media de 7.608 euros en 2023. Esto se traduce en una subida de un 0,85% por encima de la deuda registrada el año previo (6.873 euros), según revela un estudio realizado por la Fundación Alquiler Seguro.
La conclusión del estudio es que la morosidad sigue al alza. La razón que esgrimen es que el precio de los alquileres ha crecido debido a la falta de inmuebles disponibles, dentro de un escenario inflacionista que ha reducido la capacidad de pago de los arrendatarios.
Sin precedente. La presión del alquiler es muy alta en los principales núcleos urbanos de España, lo que supone una situación sin precedentes, según se desprende de los datos aportados por el barómetro del alquiler de la Fundación Alquiler Seguro en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos.
El barómetro del alquiler mide la presión que ejerce la demanda de quienes buscan arrendar una vivienda sobre la oferta de inmuebles disponibles en cada una de las provincias españolas y las dos ciudades autónomas. La presión media ponderada en el conjunto del país se situó en el primer trimestre de 2024 en 50, un valor considerado alto en la clasificación elaborada por la Fundación Alquiler Seguro.
En Cuenca, la presión se considera normal ya que se sitúa en el primer trimestre del año en 11,30. No obstante, la subida desde 2019, cuando marcaba 5,80 puntos, es notable. Según este Barómetro, en 2019, había 2.407 viviendas de alquiler y el precio medio era de 401 euros. Sin embargo, fruto de esa presión, cinco años después, la oferta se ha reducido y los precios de los alquileres son más caros. En concreto, en el primer trimestre la oferta se reduce a 1.560 viviendas y un precio medio de 573 euros.