Precedentes de una situación extraordinaria

Maricruz Sánchez (SPC)
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Como González en 1991 y Rajoy en 2017, Sánchez será el tercer presidente en activo en declarar como testigo, pero el primero en hacerlo en Moncloa por una causa que implica a su familia directa

Precedentes de una situación extraordinaria - Foto: Alejandro Martínez Vélez

No sería el primer presidente español en pasar por el trance de tener que declarar como testigo en una causa judicial abierta durante su mandato, pero sí el único que lo haría en el Palacio de la Moncloa y en el marco de una investigación que salpica al corazón de su familia: su propia mujer. Y es que, si finalmente Pedro Sánchez es interrogado el próximo día 30 por el caso Begoña Gómez, caso de no prosperar los sendos recursos que han presentado contra esta medida del juez Juan Carlos Peinado tanto la Fiscalía como la defensa de su esposa, se trataría de la tercera ocasión en la que se da esta situación extraordinaria en la historia del país. 

Antes, su predecesor al frente del Ejecutivo, Mariano Rajoy testificó en el juicio de la primera etapa del caso Gürtel (1999-2005) que afectaba a la financiación irregular del PP, mientras que Felipe González compareció en 1991 en la fase de investigación del caso Marey.

Rajoy acudió de forma presencial a la Audiencia Nacional en julio de 2017, pese a haber pedido declarar por videoconferencia por razones de seguridad y al considerar que era «menos perturbador» al ejercicio de sus funciones como líder del Gobierno. Compareció a petición de la acusación popular ejercida por la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade).

El 23 de junio de 1998, dos años después de abandonar la Presidencia, González también tuvo que declarar como testigo en el Caso Marey, una causa de los GAL por la que su exministro del Interior, José Barrionuevo, fue condenado a 10 años de prisión. El socialista acudió al Supremo en una comparecencia a puerta cerrada, y solo un fotógrafo captó su imagen en sede judicial.

Este momento llegó después de que González se hubiera librado de ser citado como imputado en los GAL y de que en noviembre de 1996 el Alto Tribunal rechazase procesarle por esta trama, en una decisión que generó controversia dentro del Supremo y cuyo auto fue redactado por el actual presidente del Constitucional, Cándido Conde Pumpido.

En septiembre de 1997, el expresidente ya había acudido al Alto Tribunal para declarar como testigo por el caso Filesa junto al que fuera su número dos en el Gobierno Alfonso Guerra. Ambos testificaron en el juicio sobre presunta financiación irregular del PSOE a través de las sociedades Filesa, Malesa y Time Export, a raíz de la acusación que promovió el empresario José María Ruiz-Mateos. 

La causa se centró en el desvío hacia el PSOE de unos 1.000 millones de las antiguas pesetas, abonados a Filesa por bancos y grandes empresas a cambio de informes. 

También consta en este listado el caso del expresidente José María Aznar, que compareció como testigo en 2021 ante la Audiencia Nacional por la presunta caja B del PP, en el marco del juicio al extesorero del partido Luis Bárcenas. Aznar, que declaró por videoconferencia debido a la situación sanitaria que imponía la COVID-19, negó ante el juez haber recibido ningún complemento salarial procedente de una contabilidad paralela y aseguró haber cobrado siempre mediante transferencias bancarias declaradas a la Hacienda Pública. En dicho juicio también se citó a Rajoy. Los dos habían cesado entonces en sus cargos como jefes del Ejecutivo.

El 8 de junio de 1995, 14 años después de dejar la Presidencia del Gobierno, Adolfo Suárez acudió a la Audiencia Nacional para testificar en el juicio sobre el caso Banesto, uno de los procesos más largos de la historia de los delitos económicos. El primer presidente de la democracia negó que su partido, CDS, hubiera recibido 300 millones de pesetas procedentes de la entidad financiera entonces presidida por Mario Conde.

En la hemeroteca también constan las declaraciones como testigos de otros ex altos cargos en casos que, como el de Begoña Gómez, aún estaban en fase de instrucción y en los que el juez se desplazó al despacho de los comparecientes o envió a un secretario judicial.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre testificó en 2013 por la trama Gürtel sobre adjudicaciones públicas. Declaró por escrito, desde su despacho, en presencia de un Letrado de la Administración de Justicia.

Similar fue el caso del expresidente del Senado Pío García Escudero, que ese mismo año testificó por el caso de los papeles de Bárcenas ante el entonces juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que se desplazó hasta la Cámara Alta para tomarle declaración.

"Presente su dimisión"

Otra de las singularidades de la situación que parece estar abocado a vivir Pedro Sánchez es que, cuando su predecesor pasó por ello, aprovechó para atacarle con unas palabras que ahora se vuelven en su contra. Ese 26 de julio de 2017, el secretario general del PSOE lanzó una de las peticiones de dimisión más contundentes en la historia de la democracia española contra Rajoy. «Su imagen declarando hoy en la Audiencia Nacional quedará para siempre en la retina de los españoles, una imagen que resume seis años de un Gobierno irresponsable ante la corrupción. Presente su dimisión ante el rey esta misma mañana», afirmó. 

«Yo dimití para defender mis convicciones. Y le pregunto: ¿Dónde están las suyas? Porque ahora mismo para España es mucho mejor que usted abandone la presidencia del Gobierno a que permanezca en ella» declaró Sánchez desde Ferraz. 

Además, acusó al entonces líder popular de provocar un «daño irreparable» a la imagen de España. A su juicio, su comparecencia fue «una mancha en la proyección internacional y el prestigio español».