A las puertas del verano conviene no olvidar lo necesario que es extremar las precauciones ante las altas temperaturas y olas de calor que se esperan. Una buena razón es que  disparan las hospitalizaciones. Solo en Cuenca, las probabilidades de hospitalización aumentaron un 8,8 por ciento en los últimos años. Se trata de un porcentaje muy elevado, que revela los efectos que tiene el aumento de las temperaturas. 

Al menos, Cuenca parece aguantar el calor mejor que otras provincias españolas y las probabilidades de hospitalizaciones son muy inferiores a las que se que se alcanzan en Zaragoza (16,6%), Guipúzcoa (16%), Zamora (14,6%) y Barcelona (13,5%), que lideran este ranking nacional.

Un equipo del Instituto de Salud Global de Barcelona, centro impulsado por la Fundación 'la Caixa', y del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (Inserm) de Francia, ha realizado un análisis de los ingresos hospitalarios relacionados con las altas temperaturas estivales en España durante más de una década. El estudio concluye que las causas de hospitalización en las que el calor tiene un impacto más notable son los trastornos metabólicos y relacionados con la obesidad, la insuficiencia renal, infección urinaria y sepsis.

La investigación, publicada en Environmental Health Perspectives, incluyó datos de más de 11,2 millones de ingresos hospitalarios entre 2006 y 2019. Esos datos se restringieron a los ingresos a través de los servicios de urgencias de 48 provincias de la España peninsular y las Islas Baleares y fueron proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística de España. 

Según este estudio sobre el impacto estival de las altas temperaturas, la provincia que mejor resiste el calor es Granada, que se sitúa a la cola en porcentaje de ingresos hospitalarios. En concreto, representan un 3,6%, 5,2 puntos por debajo del que se registra en territorio conquense, que se sitúa entre las 20 provincias que mejor aguantan el calor.

No obstante, hay que recordar que las muertes por exceso de calor alcanzaron los dos últimos veranos la cifra de 131 en la provincia de Cuenca. En concreto, se contabilizaron 49 el año pasado y 91 en 2022, tal y como reflejan los registros del Sistema de Vigilancia de la Mortalidad Diaria (Sistema MoMo).

El estudio también calcula los valores de las temperaturas medias diarias, la humedad relativa media diaria y las concentraciones de diferentes contaminantes atmosféricos (PM2,5, PM10, NO2 y O3). Con la ayuda de distintos modelos, estimaron las relaciones entre la temperatura y las distintas causas de hospitalización para la época estival, de junio a septiembre, y por provincias. 

Como era de esperar, el análisis estadístico mostró que las altas temperaturas tenían «un impacto generalizado en las hospitalizaciones por causas específicas», afirma Hicham Achebak, investigador del Inserm y de ISGlobal.

Aunque el calor aumentó el riesgo de hospitalización en todos los grupos de edad, menores de un año y mayores de 85 años fueron los grupos más vulnerables, con mayor riesgo de ingreso hospitalario. También se encontraron diferencias por sexo, ya que en los días más calurosos los hombres mostraron un mayor riesgo de hospitalización por lesiones que las mujeres, mientras que éstas tuvieron un mayor riesgo de ingreso por enfermedades parasitarias, endocrinas y metabólicas, respiratorias o urinarias.

El grupo de enfermedades más afectadas por el calor fueron los trastornos metabólicos y la obesidad. El riesgo de ingreso hospitalario por este tipo de enfermedades en los días más calurosos casi se duplicó en comparación con los días de temperatura óptima.