El Gobierno de Castilla-La Mancha va a invertir 442.000 euros en la recuperación de las masas arbóreas afectadas por los incendios que tuvieron lugar en la Serranía de Cuenca en julio de 2009, una vez descartada la regeneración natural.
El delegado provincial de Desarrollo Sostenible, José Ignacio Benito, ha visitado recientemente los terrenos en los que se va a actuar, junto a los técnicos responsables de proyecto y los agentes medioambientales. Allí ha podido comprobar cómo avanza la primera fase de esta actuación, consistente en la preparación del terreno para la plantación y el cerramiento del perímetro con malla cinegética para proteger las plantas de los herbívoros de la zona, fundamentalmente ungulados silvestres y ganado doméstico.
En cuando a la repoblación forestal, Benito ha explicado que está prevista en octubre y se plantarán cerca de 76.000 plantas en una superficie de 108 hectáreas aproximadamente. Es decir, se ha planificado una densidad de plantación de 700 plantas por hectárea, todas especies propias de la zona.
La Junta recuperará 107 hectáreas de monte Las actuaciones se localizan en montes de utilidad pública de los municipios de Las Majadas y Cuenca, que se encuentran incluidos en varios de los espacios que forman parte de la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha establecidas. En concreto, dentro del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, así como de la ZEC y ZEPA 'Serranía de Cuenca'.
El delegado de Desarrollo Sostenible ha subrayado que se trata de una intervención muy importante pues se pretende que los resultados obtenidos sirvan de referencia para futuras actuaciones en otros montes en los que se hayan producido incendios y no exista regeneración natural de las masas arbóreas.
Antecedentes. En julio de 2009 se produjeron dos importantes incendios forestales en la provincia de Cuenca. Por un lado, el que se inició en el término municipal de Poyatos y que afectó a Cuenca, Cañizares y Vega del Codorno; y por otro el que se inició en Las Majadas que afectó a término municipal de Cuenca. En total, unas 3.000 hectáreas.
La Junta recuperará 107 hectáreas de monte Una parte de la zona incendiada se correspondía con importantes masas arboladas de pino silvestre o albar, pino negral o laricio y sabina albar, fundamentalmente. Transcurrido quince años de estos sucesos, se observa que la regeneración natural de la vegetación arbórea es casi inexistente, limitándose a especies de matorral como boj, aliaga, agracejo, rosal silvestre, majuelo, etc.
La causa de esta ausencia de regenerado arbóreo estaría motivada por la elevada presión de la herbivoría, tanto de ganado doméstico como de la fauna de ungulados correspondiente a especies cinegéticas. Este hecho, unido a la existencia de suelos pobres en materia orgánica y de elevada pedregosidad, ha limitado la recuperación de la vegetación en estas zonas. Por todo ello se hace necesario acometer la restauración de parte de las zonas afectadas con especies arbóreas, intentado favorecer la recuperación de las masas forestales existentes anteriores a los incendios.
Con ello, los objetivos que se persiguen son la mejora paisajística de los montes, la reducir de emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar el carbono orgánico de los suelos con la consiguiente contribución a reducir perdidas de suelo, favorecer la función protectora y ecológica de las masas forestales arboladas y contribuir al desarrollo de la biodiversidad de las zonas afectadas, etc.