En Cuenca, sólo cuatro de cada diez menores bajo la guarda y tutela del Gobierno regional se encuentran en el seno de una familia de acogida. Unas cifras a las que la Administración autonómica quiere darles la vuelta con el fin de que cada vez sean menos los que se encuentren en los hogares residenciales de la Junta, en la actualidad más de la mitad.

De ahí, que la delegada provincial de Bienestar Social, Amelia López, anime a los conquenses a convertirse en familia de acogida, porque «es el entorno más idóneo para estos menores por ser lo más parecido a sus familias y es donde creemos que deberían estar todos», pero la realidad, según lamenta, es que «en Cuenca se necesitan muchas más familias acogedoras».

En la actualidad, bajo la tutela de la Junta están un total de 171 menores conquenses, de entre 1 y 18 años de edad, de los que 101 (60 por ciento) se encuentran en los 13  hogares de atención residencial repartidos por toda la provincia. 

Los 70 restantes están en acogimiento familiar, en concreto, en 59 familias, de las que 41 tienen algún parentesco con el menor –conocidas como 'extensas'– y las otras 18 son las denominadas familias ajenas por no tener vínculo familiar alguno con el menor o menores tutelados. 

Entre estas últimas, hay cuatro hogares funcionales, que acogen a siete menores con necesidades especiales. Se trata, tal y como detalla López, de padres de acogida que tienen un perfil profesional que les permite atender debidamente a estos menores con algún tipo de discapacidad.

En los últimos cinco años, el número de menores tutelados ha caído un 3,9 por ciento en Cuenca, al pasar de los 178 de 2018 a los actuales 171, pero se ha registrado un descenso del 15,7 por ciento en la cantidad de menores en acogimiento familiar, puesto que hace cinco años ascendían a 83 en 51 familias de acogida.

Es por ello que la delegada provincial de Bienestar Social considera crucial continuar haciendo campañas de información, sensibilización y captación de familias acogedoras, ya que en cinco años solo se han incrementado en tres; «algo, a todas luces, insuficiente», afirma.

Tipos de acogimiento. Dentro del acogimiento familiar, existen diversas tipologías con una relación directa con el tiempo máximo del menor en el seno de la familia.

Así, nos encontramos con el acogimiento de urgencia, que se prolonga durante un máximo de seis meses; el temporal que llega hasta los dos años; y el permanente que se extiende desde los dos años hasta que el tutelado alcanza la mayoría de edad, si bien, tal y como aclara López, el retorno a la familia original del menor se puede producir antes de estos plazos, «en el momento de que ésta vuelva a reunir las circunstancias idóneas para el menor o menores en cuestión».

Y es que, para el Gobierno regional, «en todo momento se prima el bienestar del menor por encima de todo, de tal manera que no regresará a su familia original hasta que no haya una seguridad de que las circunstancias han cambiado», concluye.

Cómo ser familia de acogida. Los conquenses que quieran convertirse en familia acogedora lo primero que tienen que hacer es acudir a los Servicios Sociales o a la Delegación de Bienestar Social para cumplimentar y entregar la solicitud correspondiente.

Allí se les informará en qué consiste el acogimiento familiar. Si tras recibir la información, continúan interesados, se les someterá a un cuestionario y si el resultado es positivo y se demuestra que son idóneos como familia acogedora, recibirán la necesaria formación en este asunto y pasarán a formar parte de la bolsa de familias de acogida.

De esta manera, quedarán a la espera de que se les asigne un menor.