El caro trayecto del campo a casa

J.L.E.
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El precio de muchos productos sigue por la nubes y el Gobierno debe decidir si prorroga tras el 30 de junio la supresión del IVA en alimentos

El caro trayecto del campo a casa

La cesta de la compra sigue trayendo de cabeza a los consumidores debido a los efectos de la inflación. Pero el encarecimiento de los alimentos no sólo lo notan los consumidores en sus bolsillos, también los productores. Y es que el precio de los alimentos frescos se multiplica por más de ocho en el trayecto que hay entre el campo y la mesa.Así lo refleja el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD), que elabora cada mes la organización agraria COAG. Su último boletín, correspondiente a mayo, muestra a las claras que la cesta de la compra sigue cuesta arriba, pese a que la inflación se moderada y que los productores son el eslabón más débil de la cadena alimentaria.

El IPOD de productos agrícolas se incrementó en mayo el 328% entre origen y destino y el de productos ganaderos lo hizo un 197%. Entre los alimentos con mayores incrementos en la cadena sobresalen el limón, que se encareció un 759% el kilo entre origen y destino, el kilo tomate de ensalada (659%), cebolla (648%), naranja (561) la acelga (410%) y la lechuga (400%). 

En el lado contrario, los alimentos que menos subieron de precio entre origen y destino fueron el aceite de oliva virgen extra, que aún así se encareció en un 31%. Los huevos medianos subieron un 55% y la leche de vaca es un 90% más cara para el consumidor final que lo que se paga al productor. 

En mayo el índice IPOD general, que es el precio que subieron de media los 32 productos agrícolas y ganaderos analizados, comparando el importe que recibió el productor hasta el que pagó el consumidor final, fue de cuatro euros.

Mientras los alimentos siguen subiendo, el Gobierno tiene que tomar antes de que acabe el mes la decisión de prorrogar o no a la supresión del (IVA) de los alimentos que ya tenían el tipo reducido del 4% y, además, la bajada del 10% al 5% del IVA de los aceites, incluido el de oliva, y las pastas. El pasado mes de enero se aprobó el decreto anticrisis para aliviar las economías de las familias que suponía la prórroga de varias medidas para paliar las consecuencias económicas de conflictos internacionales como la Guerra de Ucrania o las tensiones en los mercados energéticos. 

A la espera de la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez, las familias hacen frente a los elevados costes para llenar la cesta de la compra. 

Mientras tanto, los precios siguen muy por encima de lo que sería deseable.A la espera de conocer el dato del Incremento de Precios al Consumo correspondiente al mes de mayo, que el Instituto Nacional de Estadística dará a conocer el jueves, los precios en abril subieron en Cuenca un 3,3% respecto al mismo mes del año pasado.En el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas, esa subida fue del 5,5%. Es una subida muy elevada para los bolsillos de los consumidores, pero al menos inferior a la del 11,5% de mayo del año pasado. El precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas amplió en abril su avance interanual debido, en su mayor parte, a la subida de los precios de las frutas, y de las legumbres y hortalizas.

Un caso significativo es el precio del aceite de oliva que en abril se encareció en un 68,1% en variación interanual y un 1,5% respecto a marzo. Sólo en lo que va de año el aceite ha subido de precio un 14,8%. 

Cambio de hábitos. La escalada de precios en los últimos meses ha empujado al consumidor a cambiar sus hábitos a la hora de comprar los alimentos para estirar al máximo el dinero. Una sensación generalizada es que con el mismo dinero de hace un año se compra menos. Razón más que suficiente para controlar al detalle las compras y el destino de cada euro.

Por ejemplo, entre las estrategias de los consumidores están cambiar su tienda habitual (27%) o aprovisionarse en varias enseñas (60%). Además, el número de personas que compra por internet en este segmento ha bajado cinco puntos porcentuales en el último año. A pesar de todo, los ciudadanos perciben un siete por ciento más de gasto anual en estos establecimientos. Son las conclusiones del VIII Observatorio del Comercio Electrónico realizado por la patronal de supermercados Asedas y con las universidades Complutense y Autónoma de Madrid.