La Sala de Exposiciones Temporales del Museo de Obra Gráfica de San Clemente acoge hasta el 26 de mayo la muestra Gráficax. Gráfica Mexicana Contemporánea. Estas obras están en el centro que la Fundación Antonio Pérez, dependiente de la Diputación de Cuenca, tiene en el municipio sanclementino.
Esta exposición está organizada en colaboración con la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de la Universitat Politècnica de València y comisariada por los profesores de la UPV; Antonio Alcaraz y Juan Bautista Peiró. En la inauguración estuvieron presentes los niños y niñas de tercero de primaria del CEIP Rafael López de Haro de San Clemente, junto con uno de los comisarios de la exposición, Antonio Alcaraz, y María Ortega, concejala del ayuntamiento sanclementino.
Gráficax. Gráfica Mexicana Contemporánea reúne parte de la producción gráfica desarrollada en distintos talleres de grabado, como la Madriguera Gráfica (Santiago de Querétaro), Burro Press (Oaxaca), Casa Subterránea (Oaxaca), o en talleres privados como el de Mazatl (San Cristóbal de las Casas). Talleres independientes desde dónde distintos artistas han vuelto a posicionar a la gráfica popular como generadora del imaginario de los movimientos contraculturales, de forma similar a cómo aconteciera en los años 40 y en los años 70 del siglo XX en México.
La muestra completa, se compone de una treintena de grabados de gran formato de 11 creadores: Iván Bautista, Alberto Cruz, Edith Chávez, Heczar Gómez, Mario Guzmán, Daniel Hernández, José Silverio Herrera, Mariela López, Mazatl, Daniela Ram y José Luis Vásquez.
Esta muestra contiene una práctica militante y activista, en la que la obra gráfica actúa como un mecanismo para ocupar el espacio público desde el que construir denuncias críticas por parte de las identidades colectivas. En las propuestas que componen esta exposición se evidencia la urgencia por revertir el sistema que genera estados de crisis social y medioambiental.
Las obras que se presentan en esta exposición buscan evidenciar diversas problemáticas, mientras hacen un llamamiento a la organización y a la respuesta de las identidades subalternas. Son un altavoz de la revolución que toma la forma de tinta impresa y estampada sobre papel. Un trabajo meticuloso delicado y comprometido, que se regala a la calle pegándolo con engrudo sobre los muros de los barrios.