Si hay que destacar un papel en los momentos cruciales de los más de cien años que cumple la Agrupación Musical Nuestra Señora de Riánsares de Tarancón es el protagonizado por Isabelo Chaves. Un horcajeño 'adoptado' en la localidad y que durante un tercio del siglo de vida que tiene el colectivo ha conseguido consolidarse como el director más duradero en la banda, y uno de los responsables de los principales cambios que llevaron al conjunto a posicionarse como un referente en Castilla-La Mancha.
Un viaje que comenzó en un mes de octubre, pero del año 1991, cuando sus planes vitales se vieron modificados. «Mi objetivo era conseguir una plaza en el Ejército para poder desarrollar otras actividades dentro de las bandas militares», confiesa Isabelo que, antes de dirigir la banda taranconera, estuvo al frente de la banda de Honrubia. «Me ofrecieron un puesto en Valdepeñas, era una buena oportunidad, pero yo tenía claro mis objetivos», afirma el actual director que, una vez instalado ya en Madrid con su oposición aprobada en septiembre de 1991, recibió la llamada para comenzar en Tarancón.
«Surgió la posibilidad de dirigir una banda civil y decidí cogerla por la cercanía a mi hogar», señala Chaves del colectivo, que sufrió un punto de inflexión cuando decidió ponerse manos a la obras en la dirección y posterior transformación. «La agrupación no tiene nada que ver ahora con lo que era cuando llegué, tenía claro que el objetivo era hacer una banda en condiciones», recuerda el protagonista de la historia, que nada más adentrarse en la estructura de la agrupación se puso manos a la obra para la elaboración de una escuela de música. «Están llegando a la banda mejores músicos que antes, el salto de calidad es envidiable», apunta el horcajeño de unos músicos que en algunos casos llegaron a las élites profesionales, y de los que afirma que merecen un «reconocimiento especial». «En muchas ocasiones, la cultura pasa a un segundo plano, es de destacar la trayectoria de muchos vecinos que se dedican a la música», subraya Isabelo dentro de la evolución de calidad y de cantidad de integrantes, llegando incluso a los 130 músicos durante algunas temporadas.
Isabelo, en el centro, durante el acto de reconocimiento por parte de la Junta. - Foto: I.C.Además de la Escuela de Música, la llegada de Chaves también supuso la introducción de numerosos actos que se extendían más allá de las fiestas locales como principal evento, y casi único, de aquella banda de antaño. «El hobbie se ha transformado, antes la gente venía a tocar por tocar pero ahora nos planteamos unos objetivos y proyectos que marquen nuestra agenda», apunta el músico que recuerda la «ilusión» con la que presentaron el primer Concierto de Navidad, un evento muy arraigado ya en la localidad y que sin la iniciativa y aspiraciones del entonces joven Isabelo quizá no se hubiese logrado. «La ilusión no se va, es muy emocionante ver que se creó mucha cultura de la música en Tarancón, no somos lo suficientemente conscientes de la fortuna que representa tener una escuela como ésta y la armonía fruto de este arduo trabajo», apunta el director.
Una carrera de fondo. Con el impulso que han cogido durante este año gracias al apoyo vecinal en una efeméride tan especial para la agrupación, Isabelo no baja la guardia y recuerda el «duro golpe» que supuso en su momento la pandemia por la cantidad de gente que abandonó el mundo de la música. «Seguimos adelante con mucho ánimo, perdimos gente pero poco a poco seguimos reenganchando personas y reforzando la cantera», indica el director de una banda cuyo último reconocimiento al Mérito Regional, otorgado por la Junta, verifica el gran trabajo realizado por personas como Chaves cuyo arduo labor es motivo de «orgullo» para todos los taranconeros que observan el presente de la banda.